Wilsoniano
En esta segunda parte del artículo mostraremos algunos de los numerosos y fantásticos platos que pudimos observar en Múnich.
En la mayor parte de salas de audición podíamos encontrar este soporte analógico, al igual que, en menor medida, algunos reels. No es de extrañar que los aficionados de toda la vida y también los de nuevo cuño se rindan a las virtudes de lo físico, no sólo por la estética y belleza en si que nos proporciona el apoyar la aguja sobre los microsurcos o pasar las cintas por los rollers, sino y más importante aún, por el sonido sin limitaciones que nos ofrecen.
Y hablando de limitaciones, no nos cabe en este espacio el inmenso material que pudimos ver, tocar y escuchar, así que únicamente mostraremos una pequeña representación de lo que más nos llamó la atención que fue mucho. En la última fotografía incluimos un reproductor de CD de la firma DCS, tal vez menos glamuroso que vinilos y bobinas, pero sin duda, en mi modesta opinión, por encima del streamers y archivos digitales, respetando por supuesto los gustos de cada cuál, al fin y al cabo el protagonista principal no deberían ser los aparatos, sino la música en esencia.
En la imagen el modelo de Transrotor, Artus con su soporte. Sin duda con un peso de 220 kg., atestigua sin género de dudas que es el buque insignia de la marca. Lo mejor de la ingeniería alemana, suspensión cardánica, plato en estructura sandwich, fuente de alimentación independiente, etc., lo mejor de lo mejor.
Una marca que goza de mis simpatías es Transrotor que cada año tiene expuestos sus modelos en una luminosa sala, bien acondicionada, aunque sin poder escuchar ninguno, así y todo vale la pena arrimarse y disfrutar de bellezas como este Transrotor Metrópolis Chrom, el peaje a pagar está fuera del alcance de la mayoría de mortales: 160.000 €.
Una curiosidad en el mundo de los platos, al menos para mi, es ese Optora ORP-01, ya que reproduce los vinilos convencionales con su lector óptico. También en “estático” y es de prever que los puristas ni se lo plantearán. Lo que es seguro es que los LP’s nunca se rayarán.
Otra marca que goza de cierto prestigio entre el núcleo de aficionados duro es Kuzma y aquí mostramos su peso pesado, el Stabi XL DC de 77 kg y el platter nada menos que 22 kg., con un brazo y la opción de colocarle dos más.
La marca italiana Vyger mostraba uno de sus platos de referencia, el Indian Master IV Generation. Imponente en su aspecto de metal macizo y también con un precio nada despreciable: 43.900 €
En esta imagen podemos apreciar el modelo Invictus de la germana Acoustic Signature, premio “Golden Ear” 2019 The Absolute Sound. El precio también es de premio, 69.500 €.
Un plato que tiene un aspecto muy sólido y que proviene de una marca más que solvente como es Acoustic Signature. En esta ocasión nos presenta el Storm 2018 y cuyo precio ya está un poco más cerca del alcance del aficionado medio alto, si bien seguimos hablando de cifras importantes y más en estos tiempos, desde 5.998 €.
Para los entusiastas de los discos plateados hay marcas que siguen fabricando piezas realmente deslumbrantes como la británica DCS. Había equipos completos con transporte y DAC separados, relojes de sincronismo, etc. En este caso un modelo de “entry level” (lo cual es un decir…) el Rossini. Aparece en solitario, aunque habitualmente se le asocia con su reloj correspondiente. Ya puestos… PVP sin reloj, 26.700 €
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© G. Cañellas