Kii Audio Three, la llave maestra del sonido (1)

Kii Audio, la sociedad

Empresa alemana ubicada en la parte baja del Rin, en la ciudad de Hamminkeln fue fundada en 2014. Con unas instalaciones de 1300 metros cuadrados, destinados a la producción de sus dos líneas de productos, mercado HiFi doméstico y profesional de estudio. Con unas ventas equilibradas entre ambos mercados y sirviendo, en la actualidad, a 45 países su catálogo de productos.

Entre sus fundadores, dos extrabajadores de Grimm Audio, Bruno Putzeys (Responsable del Equipo de Ingeniería) y Chris Reichardt (Director General). Voy a destacar un poco la biografía del primero. Bruno se graduó Cum Laude en la National Technical School for Radio and Film (Bélgica), en la asignatura de etapas de potencia para amplificadores de audio conmutados. Trabajó durante 10 años en el Laboratorio de Tecnologías Aplicadas de Philips en Lovaina (Bélgica), donde desarrolló varios amplificadores de clase D controlados digital y analógicamente, formadores de ruido y métodos de modulación, y diseñó, entre otros, el circuito de clase D "UcD". En 2005 dejó Philips para dividir su tiempo entre Grimm Audio y Hypex.

Sus actividades actuales incluyen el diseño de convertidores AD/DA discretos de alto rendimiento y circuitos de procesamiento de señales analógicas, algoritmos DSP, amplificadores de potencia de clase D y fuentes de alimentación conmutadas. Es titular de varias patentes en los campos del audio digital y la conversión de potencia y ha publicado extensamente en estos y otros ámbitos relacionados. En 2010 diseñó de altavoz de gama alta “Grimm Audio LS1”, que fue reconocido de inmediato por varios críticos como el mejor altavoz de alta fidelidad hasta el momento. Creo que ha quedado claro que hablamos de una persona con una autoridad en la materia de primer orden.

Kii Audio Three

Necesito tiempo. Mucho más tiempo

Llevaba una semana con estos altavoces y tenía claro que estaba delante de algo diferente, muy potente y que necesitaría de lo mejor de mí para intentar comprender y asimilar las posibilidades que tienen.

Kii Audio Three son unos monitores activos que, entre los dos, suman 12 transductores y … 12 amplificadores, clase D, HypeX Ncore de una potencia de 250 W cada uno. Según la ficha técnica del fabricante, el 93% de la energía utilizada se convierte en sonora, por lo tanto, estamos hablando de una presencia sonora en sala de primer nivel, con un consumo eléctrico variable, pero que puede llegar a ser importante según el grado de exigencia que le demos al sistema. El consumo medio está estimado en 90 W, pero con puntas que pueden llegar a los 3000 W. Si le añadimos los módulos de bajos BXT podemos llegar a puntas de 7000 W. Ahora os hablo de ellos.

Los módulos BXT son los altavoces extensores de graves, formando junto a los Three, colocados encima, el sistema completo de la gama. Aunque se me ofreció la posibilidad de disponer de ellos, los 53 kilos por unidad más el embalaje protector me hizo desistir de la idea de forma inmediata.

La gestión de este sistema se puede realizar de forma cómoda con una consola de control que hace, a la vez, de previo de amplificador, llamada Kii Control. Para gestionar las distintas funciones, existen unos botones para seleccionar la fuente y otros de gestión de la configuración que se puede realizar a través de su pequeño display. Finalmente, un potenciómetro grande y cómodo de uso dan su punto funcional y estético al mismo. Además, esta consola de control, añade entradas digitales al sistema. En mi caso, este ha sido el punto de entrada y no las ubicadas en los altavoces.

Individualmente, cada altavoz contiene 4 woofers de 6,5 pulgadas, 1 midwoofer de 5 pulgadas y 1 tweeter de 1 pulgada de onda guiada. 1 controlador de monitor DSP. 6 módulos de 250 W HipeX NCore, personalizados que dan servicio a cada uno de los transductores. Un filtro de paso Active Wave Focusing.

Y para los futuros dueños de este sistema de audio, Kii Audio utiliza para su gestión y control (interconexión de altavoces y con consola de control) cables CAT6 con terminaciones RJ45, es decir, idénticos a los utilizados en los routers domésticos. No tengo ni idea que puede pasar si conectas los altavoces con los cables al router pero en el manual, y de forma repetitiva e insistente te dicen que NO LO HAGAS. Avisados estáis amigos.

Para instalarlo en mi sala, tuve que tomar aire varias veces, ya que no sigue lo que podríamos llamar un esquema habitual en nada y tienes que «comprender» su lógica. Una vez hecho, todo cobra sentido, pero la primera vez no te hace sentir seguro en ninguno de los pasos que vas dando.

Equipo utilizado

» Roon Core
» Pantalla LG 75 pulgadas Dolby Atmos

A partir de este punto, solo vais a leer elogios y más elogios del producto, así que ahora os hablo de la parte compleja del mismo. La principal diferencia visible entre el sonido doméstico y profesional está en los cables. La vocación principal de estos altavoces es el mundo profesional de los estudios de grabación, por este motivo tienen como única entrada directa de sonido una AES/EBU que puede conmutarse tanto para ser digital o analógica en cada uno de los altavoces. En el sonido PRO esta conexión ES la conexión, pero en el HiFi doméstico lo es la RCA, con lo cual ya tenemos el primer problema montado. Salidas de previo de amplificador XLR conozco poquísimas en equipos de alto nivel e inexistentes en un nivel medio o bajo. Dicho esto, asumido este problema, lo que viene a continuación es un sueño hecho realidad, no con la falacia que lo dicen los futbolistas, sino de verdad.

Primera escucha

Mis primeras escuchas suelen durar entre un día o dos. Pasado el primer momento me pongo a trabajar con el componente para intentar conseguir de él lo mejor en mi sala. Bien, he estado diez días perdiendo miserablemente el tiempo sin hacer nada.Ha sido tal el impacto del sonido y su materialización en la sala que no podía, literalmente, hacer nada, solo escuchar y sonreír. Sonreír y escuchar .

El sonido que emiten llena la sala, sigue inundando mi casa y parece escucharse bien hasta dentro de un armario. La capacidad de llenar todo el espacio disponible creando una atmósfera musical acorde al tema escogido en ese momento es mágico. Cuantas veces habréis leído de mí que un altavoz tiene tal o cual característica de forma marcada, con lo cual, si lo que buscas es ese sonido, lo puedes conseguir. La falta de esta identidad clara, identificable, me hacía volver loca la cabeza.

¿Cómo era posible pasar de un concierto de Nirvana al Allegretto de la Séptima Sinfonía de Beethoven sin morir en el intento? ¿Cómo era posible que Patricia Petibon me dejase rendido en el sofá con sus arias italianas barrocas y acto seguido, Pink Floyd con The Animals? Necesité de diez días para recuperarme de tantas emociones, bajar el nivel de impulso y activar mi parte más analítica.

Mi error original había sido tratar como HiFi doméstico un producto que es profesional. Kii Audio Three son unos monitores de primer nivel para trabajar en estudio, tanto de grabación como de masterización, donde nunca saben al día siguiente qué músico vendrá o qué tipo de música interpreta, por lo tanto, la versatilidad de este producto no es opcional, es necesaria y obligatoria.

He “trabajado” tantas horas este sistema, que estoy seguro de que sé qué respuesta exacta me darían los extensores de graves, que forman la parte final del sistema, los módulos BXT.

Ambiente de sonido

Es el responsable de que creas que realmente lo que escuchar es cierto y no una simple toma de sonido de los principales protagonistas. Cuando oyes una guitarra eléctrica, marcar sus notas, tu cuerpo reacciona, pero cuando eres capaz de escuchar los rebotes que produce en la sala las notas de la guitarra, generando un “ambiente” y contexto al sonido, enloqueces. Existe la mala praxis de generar ruido en la señal para dar cuerpo, es un desastre en la grabación. Otros altavoces generan un exceso de graves para dar presencia extra al sonido, consiguiendo con ello ensuciar la señal, volviéndose confusa y cansina. Kii Audio Three es limpio y claro como el agua de manantial, sin coloración alguna. Esto es estrictamente necesario, ya que si necesitan de este toque “cálido” ya lo pondrán dentro de la grabación y no en la reproducción porque ello les llevaría a error.

Primeras conclusiones

La alegría y el recuerdo que me ha dejado este sistema en casa es espectacular. La claridad que he disfrutado tanto a nivel musical como sirviendo de Cine en Casa ha estado de 10 en su categoría de precios. Como Cine en Casa, y siendo un sistema estéreo, la claridad de los diálogos te hacía pensar que necesariamente tenías un altavoz central de medios. Solo en las escenas más atronadoras de la última entrega del Señor de los Anillos notabas la necesidad de algo más de graves, los que te dan los módulos BXT.

He buscado de forma exasperada la típica frialdad de la amplificación en Clase D y he encontrado una claridad y un control en las frecuencias más altas que solo puedo pensar en el trabajo ejemplar del módulo DSP. Otra característica que me ha dejado pegado al sofá es la enorme cantidad de aire que son capaces de mover sus woofers de 6,5 pulgadas. Tiene muchos, vale, pero es que son de 6.5 pulgadas.

Y para acabar, y ahora os vais a volver locos vosotros. Todo esto con el setup de fábrica sin tocar nada y ubicándome mal en la sala. Me puse en contacto con Nick Litwin, aparte de ser el importador para España de esta marca, es propietario de la sala de mastering más grande de Europa e Ingeniero Jefe de la misma (HiFiMansion), y le pedí unos consejos para ajustar más el sistema para distintos tipos de música. Pero esto lo podréis leer en la siguiente entrega..