Diapason Karis III, la joya del audio

El icónico Bruce Lee tenía una frase emblemática que decía “Be Water my friends”. Con ella quería expresar un concepto de vida, por el cual, tienes que tener un objetivo claro en tu vida y a la vez, ser flexible al mismo tiempo para conseguirlo. Como el agua, siempre buscando el mejor camino y con menos resistencia para conseguir su principal cometido, llegar al final.

Quien os está escribiendo este texto, no es nada flexible ni moldeable. Todo lo contrario, soy rígido, perfeccionista y bastante obsesivo con la obtención del reto planteado. Solo en un momento de mi existencia me vuelvo agua, amigo mío. Cuando dialogo musicalmente con un componente para intentar “escuchar” lo que me dice al oído. Son muchos años pisando este planeta como para ir con pretensiones que no me corresponden. El mérito del sonido y su transformación en mí, son solo atribuibles a ellos, actuando yo, únicamente, como notario del reino.

Después de un tiempo de escuchar los Karis III de Diapason, me encuentro conversando con el importador para España y Portugal de esta marca y le comento que debe de escuchar una ópera barroca, de la cual ya he hablado en más de una ocasión, Ariodante. Al poco tiempo de tener estos monitores en casa, tuve apetencia por escuchar esta obra.

Alessandro Schiavi, fundador de la firma; tiene una biografía realmente interesante. A los 17 años comenzó a trabajar en grabaciones para los archivos del Festival Internacional de Piano de Brescia y Bérgamo, celebrado en teatros e iglesias barrocas del siglo XVII. El Festival se centraba principalmente en la música de los siglos XVII al XIX, con obras de artistas barrocos y románticos.

Posiblemente sea casual, no causal. Posiblemente no tenga nada que ver, aunque no creo que sea así. A determinadas edades somos el poso de nuestra vida, el resultado de todas las experiencias vividas y las nuevas nos impactan menos que cuando éramos jóvenes. La conexión barroca existe.

Una de las sorpresas mayúsculas que te encuentras al descubrir la peculiar manera de pensar de este fabricante la tienes a la hora de realizar la distinción entre series. Cuando alguien tiene en su haber un nombre reconocido por todo el mundo como es Diapason Adamantes, lo más lógico es utilizarlo. Y, seamos sinceros, abusar de él. Cuantas veces no hemos visto estirar un filón hasta no dar más de si.

Pues nada de nada. Como si fuesen dos productos diferentes, nos encontramos con Adamantes V y con Karis III. Siendo este último como una reducción en tamaño del primero a escala exacta. Todos los detalles, matices y acabados son idénticos en los dos modelos. Bien, todos no. Karis es el pequeño y por eso tiene que adaptar la medida de sus transductores a su ajuste adecuado. Visto en fotografía, sobre todo si no tienes un punto de referencia para orientarte en el tamaño real, son indistinguibles.

Algunos datos básicos para saber cuáles son sus características principales:
• Respuesta en frecuencia: 60/20.000 Hz
• Transductor de graves: 110 mm Direct Drive Polimetilpenteno
• Tweeter: Cúpula blanda de seda de 20 mm
• Eficiencia: 87 dB/1W/1m
• Frecuencia de cruce: 3.000 Hz
• Impedancia nominal: 8 ohmios
• Impedancia mín.: 7,2 Ohm/300 Hz
• Tipo altavoz: réflex trasero
• Peso: 4,5 kg
• Dimensiones (ancho x fondo x alto): 190 x 260 x 285 mm

Con estos datos en la cabeza, os puedo asegurar que el primer impacto visual al desembalar los altavoces y verlos por primera vez fue de descubrimiento. Posiblemente, estos sean los altavoces más pequeños que he tenido en mi sala y al mismo tiempo no era esto lo que me tenía absorto. Era su belleza, su extremada belleza. Mis ojos se clavaron en cada uno de los detalles de estos Karis III. Al tener un peso moderado, los sostenía con las dos manos como si ese fuese mi bien más preciado. El trabajo realizado a la madera; seamos más precisos, Nogal Canaletto, digamos que no es el habitual que hacen los demás fabricantes. En ningún momento tienes el “efecto caja” sino más cercano a mover un bloque de madera natural entre tus manos. Si no fuese por la consciencia del precio de dicho componente, te gustaría jugar con él como si fuese un gato. ¿Estoy loco? No lo creo. Simplemente, disfruto de nuestra afición de forma plena.

Tienen un puerto ventilado trasero. Por sus dimensiones, alguien puede creer que se pueden colocar en cualquier estantería. Nada que decir, cada uno pierde el dinero como quiere. En mi sala llegaron con unos pies magníficos. Poder mover los altavoces unos pocos centímetros hacia el lado correcto, convierten una experiencia buena en excelente. Optimizar al milímetro nuestro sistema actual hace que disfrutemos el momento y nos preparamos, con muchos más argumentos y conocimientos, para los pasos posteriores.

Estoy generoso y os cuento otra anécdota. Cuando Eric García de Artesanía Audio vino a casa a montar el Exoteryc Rack PRO vió los Diapason y se quedó con ganas de escucharlos. Una vez acabamos el trabajo, volví a montar el sistema que ya sabéis y armados con la tablet y el Roon le dimos rienda suelta a los gustos de Eric. Él es una persona acostumbrada a las grandes ferias y demostraciones internacionales de productos de primer nivel, donde Artesanía Audio siempre está con los mejores. O sea, con altavoces y amplificadores de tamaño NO humano. ¿Se entiende ahora su curiosidad con estos Karis III? Pues bien, sus exclamaciones de sorpresa tendrían que ser las conclusiones finales de este artículo.

Y os pongo una breve explicación que la empresa da en su propia web y que considero importante hacer destacar: “La tecnología Diapason Direct Drive aplicada al woofer, desarrollada en colaboración con la empresa noruega SEAS según las especificaciones de Diapason, permite conectar directamente los conectores traseros al woofer, sin utilizar un circuito de paso bajo. El resultado es una experiencia auditiva que percibe las bajas frecuencias reproducidas de forma rápida y realista.”.

Equipo utilizado en las pruebas

Fuente de sonido:
» EMT 948
» Nuprime DAC 9X
» Roon Servidor
» Qobuz Studio
Amplificación de potencia:
» Bow Technologies WAZOO XL
Altavoces:
» Diapason Karis III
Cables:
» Wires4Music en cableado:
    » Horus Hybrid interconexión RCA
    » Evolution en altavoces y red eléctrica
Rack HiFi:
» Artesanía Audio Exoteryc Rack PRO

Antes de dar paso a las valoraciones musicales, comentar otra influencia provocada por nuestro invitado. Dentro del grupo de analistas habituales, soy de los primeros en abrazar el sonido digital. Ahora no es nada extraño, en su momento provocó cierto revuelo. Pues con estos altavoces he tenido la necesidad de utilizar de forma indistinta tanto el giradiscos EMT 948 en analógico, como Qobuz-Roon-Nuprime en digital. ¿Por qué? Y yo qué sé, la música manda.

Hace muchos años entrevisté a un maestro de canto en su casa de Barcelona. Más allá de la entrevista en sí, entablamos una buena relación y me enseñó la enorme diferencia que existe entre volumen alto y llenar con volumen una sala. Proyectar la voz a un punto o llenar con ella el espacio. Os comento esto, porque existe un tema de U2 que es todo un tratado al respecto, fuera de la lírica. Y seguro que todos vosotros lo conocéis. El famoso “With o without you” empieza con unas notas repetitivas y al poco tiempo, una frecuencia “portadora” marca la personalidad del tema. Sobre esa base musical, omnipresente todo el tiempo, se desarrolla encima de ella la canción en sí. Conseguir reproducir la portadora, que llena la sala (en mi caso, ¡30 m² cuadrados!), con un woofer, perdón por la expresión, ridículamente pequeño, es impactante. Y la expresión vocal de Bono es clara y diáfana, encima de la base, sin emborronar nada el sonido, escuchando a un nivel medio-alto, 21 grados de temperatura de la sala y baja humedad ambiental. Utilizo una versión remasterizada del año 2007 en 16/44.1 de Qobuz a través de Roon.

Con esta experiencia, me lanzo a los sonidos caribeños de Third World y su “1965 (96º in the Shade”) y su reggae-pop. Con este tipo de música busco la espacialidad del tweeter y su capacidad de presencia en sala, además de su nivel de brillo y color. El soft-pop de los ritmos no enmascara para nada el sonido y es realmente fácil identificar toda su viveza y vivencia del mismo. Con estos dos temas tuve clara la huella sonora de estos altavoces y dónde tenía que ir.

Dejé aparcado el sistema digital para activar el analógico. Aposté a doble o nada y me lancé a las grabaciones de una joven Montserrat Caballé. La morfología de estos altavoces esta especialmente diseñada para realzar las voces y, si estas voces son divinas, el resultado es garantizado. Lo que tenía que haber sido un paseo por cortes de “La Boheme” se convirtió en la escucha entera de la ópera (*). No podía parar de escuchar. El particular “ruido de fondo” de los vinilos, le da algo a la música que, lejos de molestar, engancha, y engancha mucho. Y sobrevolando todo, la voz que venía de los cielos, y que de vez en cuando se proyectaba hacia mi cara y me dejaba clavado al sofá, rendido y desarmado ante el arsenal vocal inacabable de una auténtica diva de la lírica, sin marketing para sobredimensionarla sino, solo, calidad a raudales. La voz de Montserrat no era humana; no tenía nuestras imperfecciones. Cuando cantaba era como escuchar la voz que nos venía de otra dimensión, paralela e inalcanzable al mismo tiempo. Reproducir esto es muy complicado y con Diapason Karis III lo he vivido, más que escuchado, en mi sala, mi templo particular donde los dioses, a veces, escuchan mis peticiones y responden a ellas.

(*): Señores distribuidores y fabricantes. Soy muy lento con las revisiones porque me distraigo mucho.

No creo que nadie pueda escuchar estas Karis III sin decir inmediatamente eso que “ha redescubierto música en sus grabaciones”. Su delicado tratamiento de las voces y la presencia con las cuales es capaz de proyectarlas hacia los oyentes, estoy seguro de que abrirán un mundo nuevo a antiguas grabaciones que creíamos perfectamente conocidas por nosotros.

Sus medidas compactas engañan mucho respecto a su capacidad real de cubrir una sala mediana. Llega hasta los 60 Hz. Si respetamos esta medida, de regalo, nos proporcionará una experiencia musical sin precedentes en tamaños tan reducidos. Son bellas, elegantes y puntos de atracción visual, con los cual, mostrarlas y no esconderlas es un punto fuerte que tienen.

Si dispones de un sistema musical de altas prestaciones, con altavoces que llegan a los 25 Hz. y mucho músculo asociado; plantéate adquirir algo como esto como segundo sistema para vivir una experiencia musical distinta. Si los mejores instantes de tu vida, han sucedido en el patio de butacas, viviendo otras vidas atormentadas, estos pueden ser tus altavoces.