Audio Technica ATH-AWKT/f, para sibaritas del sonido

Para los que no hayáis tenido la suerte de poder disfrutar de unos auriculares de este nivel, os voy a ir contando, paso a paso, las sensaciones que he vivido al recibirlos. En primer lugar, no es el primero de esta categoría que tengo la suerte de probar, en su día ya analicé el fuera de parámetros Audio Technica ATH-ADX5000. Pero siempre tengo la misma impresión, que caja más grande para unos auriculares. Estamos hablando de 39 x 32 x 23 centimetros. Coger un metro y comprobarlo. Posteriormente se puede leer el «Made in Japan». Cuantas cosas explican esto. El sistema utilizado recuerda a las matrioskas rusas, una caja mayor que esconde una de menor. Visualmente te va transmitiendo la idea que al final de todo está la joya. Una caja negra, como el ébano, contiene en su interior una de madera que recuerda a las cajas de habanos (de los caros) y levantando la tapa podemos ver finalmente los ATH-AWKT/f.

Se presentan con una bolsa de tela donde hay dos cables, uno balanceado y otro single-end. Y los auriculares, con su acabado de madera japonesa Kokutan (ébano rayado). Aquí me paro un momento y os hablo de la sensación epicrítica del contacto con esta madera. Según los entendidos, esta es la parte del tacto más delicada y exacta para reconocer estímulos poco intensos. Percibe tamaños y formas. Pues a través de las terminaciones de los corpúsculos de Meisnner, mis dedos se han paseado durante mucho tiempo por esa carcasa de madera rara japonesa. Estos auriculares han estado pensados como una joya que además reproduce música con una calidad que valoraremos más tarde, pero una joya sin duda alguna.

Seguimos. Piel de oveja para las almohadillas y recubrimiento de la diadema. En ningún momento, nada que no sea orgánico esta en contacto con la piel. Alguno de mis lectores pensarán que todo esto que digo son cosas innecesarias y que encarecen el precio de forma prescindible. La verdad es que si no puedes pagarlo, es lo mejor que puedes pensar, pero si tu economía te lo permite...

Equipo utilizado

El sistema que ha acompañado durante estas semanas a los Audio Technica ATH-AWKT/f han estado dos configuraciones distintas, pero que creo que recogen la gran mayoría de usos que se le pueden dar.

Primer sistema

» Ordenador personal con Linux instalado, utilizando diversos programas de reproducción como VLC, Clementine y desde las versiones web de los servicios musicales Tidal y Deezer.
» DAC TEAC UD-301, conectado vía USB-2.

Segundo sistema

» Roon Labs en PC dedicado.
» iFi Audio Zen One Signature (conectado via USB-3)
» Little Dot MKIV (Amplificador de auriculares dedicado)

Una vez presentadas las dos configuraciones, seguramente todos tendréis la idea clara que el primero podría tratarse de cualquier entorno de trabajo, para quien quiera disfrutar al máximo de su afición mientras trabaja, pero al mismo tiempo, no condicionar todo el espacio de la mesa.

Y el segundo tiene que estar al lado de un sofá cómodo para vivir la música con los ojos cerrados, o leyendo un buen libro, o disfrutando de algún brebaje espiritoso mientras viajamos tan lejos como la selección musical nos lleve.

Tal como he comentado en muchas ocasiones, podemos escuchar y vivir momentos agradables si pasamos de la primera configuración a la segunda, pero nunca al revés. Nuestro sistema auditivo es acomodativo. Cuando se acostumbra a la calidad no acepta de buen grado el paso anterior. Por lo tanto, no intentéis probar un sistema inferior y luego uno de superior, sino al revés para ser conscientes de todas las diferencias.

Setup oficina

Aún tratándose de unos auriculares cerrados, su nivel de aislamiento respecto al exterior no es para nada notorio. Se sigue escuchando con claridad todo el sonido ambiente de tu alrededor, de tal manera, que no te quedas «aislado y colgado en tu mundo» mientras los utilizas. El sonido ambiente se percibe matizado, con una cancelación superior en el espectro más bajo y más perceptible el sonido exterior en la parte media, media-alta. Es decir, si alguien viene a comentarte alguna cosa, no es necesario retirarte los auriculares para oírlo de forma clara, siempre, claro está, que no los utilices a todo volumen.

¿Y su desempeño? ¿Cómo suenan? Es como pasear un supercoche deportivo por Barcelona, sirve para lucirlo y mostrar al mundo que eres poseedor de él, aunque poca cosa más. Con la primera configuración solo es capaz de mostrar un sonido bonito y elegante aunque falto de matices. No puedes distinguir para nada sus propiedades más sutiles, dejando mostrar solo la calidad que podemos encontrarnos, en idéntica configuración, con auriculares de la misma marca y una fracción de su precio. Entre los elementos más sorprendentes, es la falta de presión sonora en pasajes musicales con gran presencia de graves.

Sin embargo, cada casa es un mundo, y ahora mismo, no creo que existan muchos auriculares capaces de ser un foco de atracción visual encima de una mesa de trabajo como este.

Setup celestial

Siguiendo con el símil automovilístico, cuando acompañas a estos auriculares con los elementos necesarios, empezamos a escuchar los matices que desprende. Y es del todo necesario este paso para darte cuenta para qué tipo de música han sido creados. Después de dar unos cuantos palos de ciego y no encontrar la lógica de lo que mis oídos me decían «estos cerrados no tienen contundencia alguna en los graves», una lista musical aleatoria me abrió las puertas del cielo. La guitarra de Paco de Lucia interpretando el «Concierto de Aranjuez» dio un vuelco a mi corazón.

Buscaba por los sitios equivocados y por eso no encontraba. Los ATH-AWKT/f utilizan el recinto cerrado de kukatan como caja de resonancia pasiva de unos medios neutros, con un toque cálido, que unido a mi amplificador de auriculares de válvulas, consiguen recrear (con el volumen adecuado) una ilusión de realidad mayúscula. Con esta información me lancé desenfrenadamente hacia mi colección de óperas y música de cámara. Con la ópera «Ariodante» empecé a analizar de forma precisa la microinformación de cada pista, conocida por mí hasta la saciedad. La voz de Anne Sofie von Otter sonaba dentro de mí con una finura extrema, sin ningún tipo de reverberación, con un cuerpo sonoro de auricular abierto, pero reforzado con una ligera, aunque perceptible, capa de cuerpo extra, superando o mejorando, como quiera decirse, el sonido preciso de unos buenos auriculares abiertos al añadirle un entorno de coherencia sonora, sin escaparse todas las frecuencias por su lado, sino quedando contenidas en un punto emisor. Este efecto nos produce una sensación más terrenal del sonido, no tan etérea como los modelos abiertos.

Llegados a este punto, perdí la compostura y las formas y me dediqué por completo a mi propio placer, olvidándome por completo de análisis, revisiones o escritos. Carpe Diem musical. Mi sueldo son estos momentos, por lo tanto, vivirlos al máximo.

Conclusiones finales

Los Audio Technica ATH-AWKT/f creo que guardan un secreto en su interior. Aunque son unos auriculares «cerrados» no utilizan esta estructura para dar más presencia y contundencia a las frecuencias bajas, ideales para los estilos musicales más contundentes. Es más, podríamos definirlo que carecen de ella.

Su patrón de sonido es realmente el de unos auriculares abiertos de máxima calidad encerrados dentro de una caja de resonancia de madera para dar más cuerpo a la zona media y conseguir que la música clásica, ópera, o composiciones de instrumentos reales (con caja de resonancia propia), no sintetizados (sin ella), sea EMOTIVA. Con todas sus letras. Consiguen corregir el punto de frialdad de algunos modelos abiertos, perdiendo, eso sí, algo de tamaño de escena, ya que las visitas a la zona más alta del espectro quedan más delimitadas.

No son unos auriculares generalistas, todo lo contrario, son altamente especializados. Cualquier aficionado con más de tres o cuatro tipos distintos en su colección, debería de plantearse la compra de este modelo para sus momentos más intimistas, donde todos los instrumentos no están conectados y busca un sonido cálido y natural. La guitarra clásica o la española suenan de puro vicio. Por extensión y pura lógica, los instrumentos de cuerda y viento son los más beneficiados en sus características, no tanto la percusión.