Roon Avanzado

Hace un tiempo escribí mi primer artículo sobre Roon , dando principalmente referencias básicas y su funcionamiento. Pasado un tiempo, y con el software ya mucho más desarrollado e implementado a nivel general, creo que es el momento de entrar más en sus interioridades y conocer que lo hace parecido a otras ofertas, pero también, que lo hace distinto.

Empecemos por la parte visible del programa. Dejando en este caso la estética aparte, Roon aspira, con técnicas de inteligencia artificial, a ser tu asesor y consejero musical basándose en tus preferencias de reproducción y listas de reproducción que están en tus plataformas de streaming. Para entender un poco más este punto vital pongamos un ejemplo sencillo: Si yo soy un fan de Bruce Springsteen y este toca habitualmente con la E Street Band, probablemente me gusten algunos de los temas más valorados de dicha banda en solitario. Además, si el Boss ha hecho duos con Jon Bon Jovi, posiblemente me gusten temas suyos. Y si los dos son de Nueva Jersey, podemos probar con artistas del mismo estado como Paul Simon o Whitney Houston. Si los temas sugeridos no son saltados, mejor aún, solicitados de forma explícita por nosotros, incrementa su conocimiento. No tanto basado en el número de reproducciones, sino entre las conexiones «lógicas» entre ellos para conseguir un perfil de usuario.

La magia que existe detrás de todo esto no es una base de datos tabulada como utilizan la mayor parte de software similar, sino una basada en el objeto. Para no tener que entrar en temas excesivamente informaticos, en este caso, podríamos simplificarlo diciendo que una base de datos tabular es plana o bidireccional y una base orientada a objetos es tridimensional. Esto favorece la creación de nodos entre los objetos y su consecuencia lógica como son las mallas. Esta estructura informática compleja permite, por ejemplo, modificar una pequeña parte del código y que este tenga un impacto global.

Todas estas experiencias adquiridas por el software hace que cuando se termine un álbum no aparezca el silencio, sino que sigue la línea musical de lo que previamente has escuchado y seleccionado, no limitándose a dos o tres piezas, sino muchísimas más.

La primera vez que Roon toma el control de tu discografía, inicia en segundo plano una ardua tarea de analizar tu música de forma estricta para saber a qué volumen y dinámica está grabada y poder guardar estos datos de cada pista (al igual que su representación de onda) en su base de datos. Con ellos, puede igualar las salidas y no tener subidas y bajadas de volumen sonoro durante la reproducción. No graba ni modifica los datos de la música, simplemente aumenta su «conocimiento» para que la experiencia sea más agradable. Le añade su ingente información, vía metatags, para ser más fácil de categorizarla y conseguir resultados de calidad. Además, de manera regular, actualiza los datos y los mejora o incrementa desde su enorme fuente de datos externa.

Si buscamos información sobre el software en su web nos encontramos con muchas características que dan para llenar cuatro artículos más, pero este no es el objetivo. RAAT (Roon Advanced Audio Transport) es la estructura principal donde posteriormente dar solidez al programa. Para definirlo del modo más corto posible podríamos decir que es el protocolo que permite transmitir el sonido procesado del Core Roon hasta el buffer del DAC, añadiendo las funcionalidades de control de volumen y selector de fuentes, como fase primordial y envío de carátulas e información de la pista en los casos que el DAC o servidor lo permitan.

Y lo anterior es mucho más fácil de decir que de hacer. El Core Roon puede conectarse con el dispositivo de audio por USB, ethernet o wifi. Sobre todos estos protocolos distintos hay que montar una tubería (pipeline) donde transitar los datos sincronizados por el reloj interno del DAC; no de ambos (server y DAC) con compensación de muestreo como hace AirPlay, denostado hasta el extremo por la gente de Roon Labs. Como usuario, podemos decidir quien hace el trabajo duro (DSP) de los dos. Como regla general, cuanto peor sea tu DAC (o anticuado) mejor deja la faena para la CPU.

Y ahora que hablamos de potencia de CPU, podemos caer muy rápidamente en el error de pensar que disponemos de suficiente capacidad de proceso porque vemos la pantalla principal del programa (Navegador) «ir correctamente». Aunque más vale no confiarse demasiado. Entre las múltiples funcionalidades de Roon tenemos la configuración personalizada de cada extremo (DAC o streamer) con filtros digitales para optimizar tanto la señal a las capacidades del aparato como su adaptación a la sala, pudiéndose realizar ajustes finos muy ajustados. Como parte negativa, si manejamos ficheros DSD, la cantidad de CPU utilizada puede ser muy grande y, o bien la tenemos disponible y todo bien, o bien cae la calidad sonora en picado, no siendo problema del software sino que de la máquina que lo soporta.

RAAT tiene otra función secundaria pero importantísima al mismo tiempo. Los usuarios de dispositivos digitales sabemos de la extremada rapidez con la que caducan muchos tipos de archivos, formatos o posteriores mejoras o recodificaciones que hacen obsoleto al poco tiempo un hardware costoso. Llegados a este punto, solo un nuevo firmware instalado en la máquina puede solucionar estos problemas. Pues bien, por el hecho de poder transmitir la señal ya procesada, no es obligatorio el flasheo de la EPROM.

Aparte de todas las características mencionadas anteriormente, como principales en el desarrollo, el SDK ToolsKit de RAAT dispone de múltiples hooks (ganchos en el término coloquial informático) para futuras realizaciones hardware que puedan utilizarlos. El control a distancia a través de la APP que podemos hacer hoy en día de nuestro hardware es claramente inferior al que podremos realizar dentro de pocos años. Para cubrir esta eventualidad futura, desde la programación bien planteada, siempre se han creado funciones void() o int(0) para dejar la puerta abierta a la innovación.

Atenuación de volumen por software. Da alegría saber que tienen una guerra montada al respecto con los fabricantes que emplean este sistema de atenuación de señal, ya que en cuanto a calidad de sonido, es de lo peor que hay. El punto de paz encontrado, es que ellos aceptan esta «aberración» pero la hacen pública a todo el mundo a través del camino de señal, fácilmente localizable en el reproductor.

«El trabajo lo hacen los cansados». Esta es una expresión típica de mi zona. Y ahora voy a hablar de uno de los temas que más cuesta entender al aficionado medio, la necesidad de un dispositivo nuevo en su sistema. Y como siempre voy a buscar un ejemplo sencillo, hace 30 años podíamos viajar 300 kilómetros en automobil, al igual que hoy en día, cierto. Pero si hoy tuviésemos que recorrer estos mismos 300 kilómetros con las carreteras y los vehículos de antaño, seguro que nos parecería insoportable. Muchos de los gestores musicales integrados en DAC’s, streamers, etc, no dan la talla. Funcionales, sí, cumplen con los mínimos, sí, pero no. Estamos acostumbrados a recibir mucha información, complementos, ayudas extras, etc.Por no hablar del procesado de señal digital y sus ajustes para filtrar y modificar la salida. Y para conseguirlo hace falta mucha potencia de CPU para ello. La potencia de CPU genera unos enormes campos eléctricos, disipación térmica y eléctrica por perdida. Para combatir alguno de estos efectos: ruido; el generado por los ventiladores de refrigeración. ¿Queremos todo esto al lado de un delicadísimo conversor digital a analógico? Donde minúsculas modificaciones o adiciones de señal serán multiplicadas posteriormente por el previo y el amplificador. No. No. No.

Por lo tanto, como el trabajo lo hacen los cansados, que lo hagan lejos de la sala de audición, dentro de un armario o en el cuarto de las escobas. De la misma manera que procuramos que la electricidad llegue a todas las habitaciones, lo mismo con la señal wifi o las conexiones Ethernet. Con eso, y un DAC, amplificador, o lo que sea Roon Ready , ya podemos manejar desde prácticamente cualquier dispositivo móvil nuestra colección digital. Pero con una idea clara en la cabeza, se puede negociar la ubicación del Core Roon, aunque nunca su potencia. Es un devorador insaciable y necesita de mucha «mala leche».