Sector Cero


Joseph Tarradellas, educado y cultivado en Francia. Químico de formación, ha estado en varios países americanos trabajando. Catedrático desde 1986 en el Instituto de Ingeniería Ambiental de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, dirigió el Grupo de Investigación de Ecotoxicología hasta su jubilación en 2006. Ingeniero, licenciado y doctor de ingeniería por la Universidad Científica y Médica de Grenoble. Es miembro del Consejo del Patronato del Arxiu Montserrat Tarradellas Macià del Monasterio de Poblet que custodia el legado de su padre, el MHP Josep Tarradellas.

Esto es un extracto de la entrevista, podéis verla de forma íntegra y sin edición alguna en los enlaces, al final del artículo.
Hoy entrevisto, no a una persona brillante, sino lo siguiente. Para los más curiosos, decirles, que la charla informal que mantuvimos previa a la entrevista, donde compartimos mantel y curiosidades, la realizamos principalmente en catalán, utilizando el español para determinadas expresiones donde no tenía suficiente vocabulario para hacerlo en catalán, y rematando con conceptos muy concretos en inglés, ya que en los dos idiomas anteriores no tenía la palabra exacta.
Ha escrito un libro dedicado a lo que es la industria fabricante de productos de alta fidelidad de Suiza ("Le son suisse"). Y está preparando otro...
Este es un libro muy pequeño, un pocketbook, diríamos en inglés, que ha tenido mucho éxito. Entonces, ha venido el interés de parte de mucha gente por tener un libro más grande, con fotografías, con cosas que no me he podido explicar en este pequeño libro. Va a aparecer en francés en octubre. Octubre o noviembre, no lo sé todavía y que esperamos que también tendrá su edición en inglés.
(...)
Te voy a contar una cosa, una persona muy importante ha sido Paul McCartney. Eso parece extraño, ¿no? Cuando la BBC se pasó de los estudios analógicos, a los estudios numéricos (digitales), ellos vendieron todo lo que era (analógico) y ¿qué hizo McCartney?, hizo la misma cosa que con La Voz de su Amo, él compró los magnetófonos de estudio los Studer J37 con los cuales se habían registrado (grabado) todos los Beatles y todavía ahora se puede decir que estos magnetófonos han sobrevivido, en parte, gracias por McCartney.
Yo quiero también explicar que la alta fidelidad es una historia de personas. Tú lo sabes, ustedes lo saben. Alta fidelidad, muchas veces, es un mundo de hombres, sí, pero, por ejemplo, hubo en eso una mujer extraordinaria, una mujer que fue la persona que hizo Lenco. Ahora ya es una cosa secundaria, pero en aquel tiempo era una marca importante que competía con Thorens.
Que sea una señora, que sea la jefe de la empresa, que sea el alma de una empresa. Eso vale la pena de explicar. En esta época, donde se intenta valorizar el papel de la mujer en nuestra sociedad, es importante decir: "Señores, en los 50 ya había señoras que hacían esto".

Educación musical en las escuelas, ¿podría explicarme un poco cuál fue tu experiencia?
Es el principio de todo y voy a decir más: si la industria del sonido quiere sobrevivir, a nivel de calidad, primero tiene que pensar en la educación. Es haciendo la educación de la juventud para que más tarde puedan vender equipos. En mi caso personal, primero he tenido la suerte de que a mi familia y, particularmente, a mi padre le gustaba mucho la música. Entonces, nosotros escuchábamos mucha música.
Tuvimos la suerte de que mi padre tenía un amigo en Estados Unidos y cuando en junio de 1948; la Columbia presentó los primeros LP, los primeros microsurcos, este amigo, que sabía que a mi padre le gustaba la música, le mandó los 30 primeros discos. El primer disco microsurco del mundo fue el concierto de Violín de Mendelson por Nathan Milstein y Bruno Walter. También un tocadiscos, que era un famoso tocadiscos Philco M15, que fue el primer tocadiscos con 33 revoluciones por minuto. Nos mandó eso, lo recibimos y en la casa fue un encanto ver que no tenías que cambiar de disco cada 3 minutos y el sonido era mucho mejor.
La segunda cosa, la segunda causa, son los profesores que yo tuve la suerte de tener en la escuela. Tuve profesores extraordinarios. Uno era el padre de uno de los más famosos músicos de jazz francés que nos enseñaba la música seria de una manera divertida, de una manera inventiva.
Un ejemplo muy sencillo, para hacernos creer la novena de Beethoven, nos dio el tema y nos dice "Bueno, no es eso, pom pom pom, ahora imaginen que son Beethoven y pongan las palabras (letras)". Nosotros inventamos palabras y después las cantamos con nuestras palabras." Era fantástico y todo era así, de esta manera. Eso es un muy buen profesor.
Tuve un otro profesor de piano y de música, que era la alumna de un gran pianista, y ella, bueno
enseñaba el piano más o menos siempre. Yo fui muy malo, pero enseñaba el piano, pero al mismo tiempo, ella lo enseñaba con anécdotas de su vida. Todo eso ha nutrido el gusto para la música y yo pienso que es en la escuela primaria, en el colegio, que se puede dar a los jóvenes, el gusto de la verdadera música, no la música artificial que se puede tener con unos auriculares malos. La verdadera música, la música que vive, porque la música es algo de vivo, no es algo de muerto. La música necesita espacio, la música necesita una cierta resonancia, la música es algo que te hace vibrar, es una vibración y esta vibración tiene que ser total en ti. Tiene que haber un espacio. Si solo hay 1 cm de distancia entre el altavoz de auricular y tu oreja, no hay suficiente espacio para que dar vida a la música y eso, desafortunadamente, encuentro que ahora se escucha demasiada música sin eso, sin que haya... está bien por escuchar música en el autobús.
Escuchar la verdadera música. Escuchar un disco de jazz, Ornette Coleman, Dizzy Gillespie, ..., o escuchar la clásica. Una sinfonía de Beethoven o lo que sea. Eso, si lo escuchas en un espacio, le da una dimensión más grande, le da una capacidad de moverte que es mucho más fuerte.
Una buena música es una música que hace que ya no existan los altavoces, vive sola. No importa si hay un amigo, dos; tienes que tener la impresión de que la música existe sin los aparatos, eso es la verdadera música.
Eres propietario de unos altavoces Jean Maurer JM370. Hice una revisión del JM320E, que es, para entendernos, el modelo más pequeño. Explícame cómo suena un JM370.
Es muy sencillo, no existe. La música existe, solo. La calidad de los 370 es el espacio, es decir, abren un espacio. Abren un espacio que no está, es mucho más grande que otros altavoces y otra cosa, tienen unos bajos que son muy puros. Diría que la principal calidad es eso, dan verdaderamente una sensación de espacio que no encuentro en otro, que no he encontrado en otros.

Volviendo al libro. ¿Por qué arrancó la idea del libro?
Suiza había empezado en la industria del sonido en el siglo XVI, con las cajas de música. Había una industria ya importante de eso, que vendía en el mundo entero. ¿Por qué cajas de música?
Porque el mecanismo es el mismo que los relojes. Ya había esta industria y cuando llegó el disco ... Estas pequeñas industrias o talleres de caja de música se pusieron a hacer aparatos con discos (tocadiscos). Al principio de los años 2000, teníamos en Suiza un museo del sonido que desgraciadamente tuvo que cerrar. Para la gente a la que le gusta el sonido, era muy importante. Intenté salvar cosas de este museo porque me gustaba, pero bueno, nadie quiso hacerlo. Un día encontré un editor y él me dijo "Joseph, no podrás hacer tu museo, pero puedes que escribir un libro.".
En Suiza hay solamente 8 millones de habitantes, supongo que más o menos la población de Uruguay.
Un pequeño país y actualmente en Suiza hay 38 fábricas de aparatos de alta fidelidad. Esta tradición de la música, que vino de las cajas de música, continúa muy fuerte.
Hubo una época dorada, que fue en los años de 50 hasta el 80, con marcas de prestigio. Todo el mundo se acuerda de Thorens, todo el mundo se acuerda de Lenco, todo el mundo se acuerda de Revox, Studer y de Nagra, que todavía existe. A partir de finales de los 80, ciertas marcas tuvieron problemas económicos y el sistema del audio en Suiza cambió mucho. En vez de tener cuatro o cinco grandes compañías, tenemos 38 pequeñas, pero que continúan haciendo equipos, desde tocadiscos hasta el DACs, altavoces, etcétera, etcétera, toda la gama de las cosas, menos los auriculares. Que solo hay una pequeña. Lo hacen todo a nivel de pequeños talleres o pequeñas compañías, pero siempre con material de muy alta calidad.
Lo que se fabrica en Suiza parece tener una alta calidad...
Claro que sí, siempre ha sido así, por dos razones muy claras. La primera es que la continuación de las cajas de música, que eran muy caras y había una tradición de hacer cosas de calidad. La segunda razón es que solo puedes hacer esto teniendo en cuenta el nivel de vida en Suiza. Material de calidad necesita mano de obra muy cualificada. En Suiza, la mano de obra es muy cara, entonces solo puedes tener éxito si haces material de alta calidad.
Jean Mourer, cuando me escribe, siempre me menciona "la petite Suisse" (la pequeña Suiza) ¿Qué es?
Suiza es un país multilenguajes, multicultural. Pero de muy vieja tradición. Hay un 70% de la gente que habla alemán, 23% de habla francesa, 6% de habla italiano y un 1% que habla un lenguaje local. Más o menos, la parte de habla francés es la cuarta parte, pero, si miramos a nivel de fabricantes de material de alta fidelidad, casi la mitad son de la parte francesa. ¿Por qué? Porque allí hay la tradición del reloj, hay la tradición de las cajas de música y siempre hubo una pequeña industria, pequeños talleres que han pasado a hacer de la caja de música a la alta fidelidad. En Suiza tenemos 38 fabricantes de aparatos de audio y, más o menos, casi la mitad, unos 10, 16 no me acuerdo exactamente, están en la parte de Suiza francesa, la parte que dice: "La petite Suisse".
Somos un mercado muy pequeño, entonces vivimos de los vecinos. Alemania tiene una industria
de audio muy fuerte, lo que no tiene Francia. En Francia hay audio, hay audio, pero no tanto. La parte francesa de Suiza ha sido favorecida por el hecho de que tenía al lado un mercado de habla francesa, de tradición francesa, de cultura francesa, no tan fuerte en el mercado como Alemania, entonces se ha podido expandir en los años 60, 70. La mayoría de los tocadiscos en Francia eran suizos. Los franceses ni pensaban que eran suizos porque tenían otro nombre en Francia.Lenco se llamaba BARTHE. También hay el hecho de que la tradición musical de la parte francesa, hablo de música ahora, ha sido muy fuerte. Espero que ningún suizo alemán me escuche ahora que no ha tenido la Suiza alemana. La parte francesa ha tenido unos grandes músicos. Voy a hablar de Arturo Neger en música clásica, voy a hablar de Ernest Ansermet, la orquesta Suisse Romande. Una tradición de amar la música, la música clásica o el jazz. El gran festival de jazz del mundo es el Montreux Jazz Festival.

Recomiéndanos aparatos vintage, es decir, si los veis y les podéis echar la mano, no dudéis ni un momento en comprarlos.
Empezamos por tocadiscos, el Thorens TD124 es mejor que los tocadiscos actuales. El Thorens TD124 con el brazo TP16, no el brazo de origen. Mejor aún, Thorens TD124 con un brazo SME.
La cápsula, no comprar nunca una cápsula antigua. Tienes que comprar una cápsula moderna, son muy buenas. En una cápsula antigua nunca puedes saber cuál es el estado del diamante. Vamos a amplificar esta señal, eso seguro es el Luxman L-560 y lo conectamos a unos altavoces. Los altavoces son difíciles porque hay un problema, que es el envejecimiento de las membranas. Hay muy buenos altavoces antiguos que de referencia, pero las membranas se tienen que cambiar. Es muy fácil de cambiar, lo puedes hacer tú mismo.
Puedes hacer confianza en los altavoces ingleses de aquella época. Casi todos son
muy buenos, Bowers & Wilkins son fabulosos. Mejor Bowers & Wilkins que Audio Reference porque han envejecido mejor. Pero hay un problema. Es el problema de convivencia (sinergia), entre esto, la convivencia entre el tocadiscos, la cápsula y el altavoz. No es un gran problema, pero la convivencia entre el amplificador y los altavoces eso es un riesgo.
Importante, nunca tomes cables de segunda mano. Los cables son importantísimos. Se tiene que dar mucha importancia a la calidad de los cables y los cables tienen que ser nuevos y de buena calidad. No digo que tienes que pagar $1,000 al metro, pero sí unos $100 al metro o $200. No hago publicidad, pero voy a decir que todos mis cables son Van den Hul. Los encuentros fabulosos y son de precio más o menos razonable.
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