La oferta anunciada no es la misma versión
El sonido del disco es moderno, lujoso y sofisticado como imaginamos sería la impuntual Jackie de "Heartbeat City", a quien increpan en este tema genial que uno se imagina escuchando en buena compañía en el estéreo de un descapotable, conduciendo durante la puesta de sol por alguna carretera junto al mar. Este tema fue el que interpretaron en el Live Aid de 1985.
Su puesta en escena era gélida, autosuficiente y chulesca, pero al mismo tiempo refinada y poética, como se aprecia en el video de "Why can't I have you", balada excepcional.
Y así van circulando una detrás de otra las diez canciones que componen el disco, entrándonos tan fácil y agradablemente como una cerveza helada en un caluroso día estival.
Una vez memorizado este disco de tanto escucharlo, descubrir toda su discografía hacia atrás fue una experiencia divertida y excitante. En conjunto, "Heartbeat City" es su disco más comercial y asequible, y un buen punto de partida para conocerles, pero en mi opinión su mejor obra fue su primer LP, "The Cars" (1978), uno de los discos de debut más frescos y redondos de toda la historia del Pop. Este disco sí que precisa de varias escuchas para apreciarlo, pero una vez se le coge el punto, la cara B en especial, con sus 4 temas enlazados, forma un conjunto irresistible, lo que podría ser su particular visión del Rock Progresivo, con un trabajo excepcional de Elliot Easton. Este disco me gusta tanto que, no hace mucho, adquiriendo una copia en vinilo de Mobile Fidelity (los mejores vinilos creados por el ser humano), se me fue el dedo y compré dos copias sin percatarme. No importa, una la guardaré sin desprecintar y seguro que de aquí a un tiempo valdrá más, como un buen vino de crianza (es una serie limitada y numerada). Por cierto, también adquirí una copia en SACD del mismo sello, no sea que el vinilo se ralle…
El siguiente disco, "Candy-O" (1979), aparte de la impagable portada de Alberto Vargas, es una digna continuación del anterior, con algo menos de cohesión global como LP, pero con temas irresistibles como "Let's go", "Dangerous type" o "Since I held you", que siguen manteniendo el irrefrenable optimismo que transmite su música. Su correspondiente edición en vinilo y UDCD de Mobile fidelity ya hace tiempo que descansan en mis estanterías.
El delicado tercer Lp lo despachan con "Panorama" (1980), sin apenas evolucionar, pero a un nivel cualitativo similar al anterior, con temas tan logrados como "Touch and go", "You wear those eyes" o "Running to you".
Con "Shake it up" (1981) vuelven a elevar el listón con bombas comerciales como el tema que da título al LP (otro candidato a despertador ideal) o "Since you're gone" que, a pesar de hablar de la partida de su amada, lo hace en el tono alegre y esperanzador omnipresente en toda su música. Estos dos superhits, junto a baladas románticas como "I'm not the one" o temazos como "Cruiser", componen la que probablemente es la obra más paradigmática de su estilo:
Letras lacónicas, cultas y elaboradas, concebidas para que la voz se integre con la música sin restarle protagonismo. Estructura de las canciones rítmicamente imperturbable, hecha con cajas de ritmos y batería de precisión metronómica cortesía de David Robinson, y por encima circulando melodías, acordes, riffs, efectos sonoros y esos poemas que atacan directamente al corazón. Mostrando sus influencias sin recato (Bowie, Beatles), pero añadiendo a su explosivo cóctel ingredientes propios que hacen su propuesta única y agitándolo hasta conseguir un combinado tan irresistible como un Cacique con Coca Cola. Los solos de Elliot Easton, por ejemplo, son ejemplares en su concepción. Ejecutados con una técnica superlativa, pero al mismo tiempo con una concisión y economía encomiables. La consigna es esquivar el lucimiento gratuito y, sobre todo, no aburrir jamás. En definitiva, solo Rock'n'roll, pero con una vuelta de tuerca dada con personalidad y originalidad. ¡Ah!, de este disco también tengo mis copias en Mobile Fidelity, vinilo y UDCD por supuesto.
Después de "Heartbeat City" salió el consabido "Greatest Hits", con un tema nuevo como gancho, "Tonight she comes", que no aportaba nada nuevo, excepto dinero a las abultadas cuentas corrientes de nuestros Coches. Recuerdo como si fuera ayer haber adquirido el single de 7” de ese tema en unos conocidos grandes almacenes.
"Door to door" (1987) fue su canto del cisne del siglo XX y un traspié comercial relativo. Aunque el disco no estaba mal, con "Heartbeat City" ya estaba todo dicho, y muy bien dicho. De haberlo dejado ahí, habrían podido presumir de saber dejar la fiesta en el momento cumbre, en ese que todo ya va irremisiblemente cuesta abajo, pero ya sabemos que saber retirarse a tiempo no es una cualidad común en el ser humano. A pesar de todo, aún sabían hacer grandes temas como "Strap me in" (atención al solo de Elliot Easton), "Wound up on you" o "Go away" y el single "You are the girl" era tan alegre y comercial como siempre, con un vídeo muy divertido, que reivindicaba en algún momento a la olvidadísima película "Galáctica", con sus mujeres alienígenas de 4 pechos y dos bocas. A destacar también el tema “Door to door”, su visión particularísima del Trash Metal.
Al poco del cambio de siglo perdimos a Ben Orr, tristemente fallecido en octubre de 2000. Ben era un tipo entrañable, muy querido por los fans, y que además tuvo el honor de ser la voz solista en muchos de los grandes temas del grupo, como el mismo Drive, probablemente su mayor éxito.
La banda se reúne de nuevo en 2011 para lanzar el álbum “Move like This”, que tuvo un éxito inesperado en los USA, alcanzando el número 7 en el Billboard 200. Aún no he conseguido incorporar este disco a mi imaginario particular. Supongo que debe ser porque ya no me pego juergas juveniles.
El fallecimiento de Rick Ocasek el 15 de septiembre de 2019 fue un jirón más de mi juventud cruelmente arrancado de un tirón…
Aún así, lo grande de los artistas es que nunca mueren realmente mientras su obra permanezca accesible y le siga interesando a alguien, y yo sé que al menos a mi, la discografía de The Cars me acompañará durante toda mi vida. Se encuentra íntegra en Spotify, Tidal y demás plataformas digitales, y para mi, toda es recomendable para cualquier momento en que queramos elevar nuestro estado de ánimo.
Me encantan The Cars porque eran/son buenos, comerciales y creativos. Porque su música regala al que la escucha alegría, fuerza para olvidarse de los problemas y ganas de VIVIR. Porque son a la música lo que "Friends" a la televisión: un chute de Prozac directo en vena.
No se me olvidará jamás el placer que sentí al escuchar "Drive" por primera vez... y las sucesivas.
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