Otari MX-5050 B II 2

Otari es un pueblecito alpino de la prefectura de Nagano (Japón), famoso por ser la capital de la nieve en la isla de Honshü y lugar de nacimiento del padre del fundador de la marca, el Sr. Hosoda, quién constituyó la sociedad en Tokio en 1965. Actualmente la empresa sigue en activo fabricando grabadoras digitales y equipos de audio profesionales. Si bien la producción de este aparato abarca desde 1983 hasta 1999, hay constancia de que al menos hasta 2012 se comercializaban las grabadoras Otari MX5050, disponiendo de stock para su venta en distintos países de, prácticamente, los cinco continentes.

Desde el principio se construyeron estos magnetofones enfocados a un uso industrial y profesional. Altamente recomendado ha sido su empleo en emisoras de radio, cadenas de televisión y estudios de grabación. Están diseñados sin demasiadas concesiones a la estética, por lo que no encontraremos los cromados lujosos que visten de gala otros modelos de marcas más enfocadas al aficionado audiófilo. Pensemos que los MX5050 están diseñados y construidos para funcionar 24 horas al día, siete días a la semana, durante años. Así y todo, en mi opinión, estos reels se asemejan a un instrumento de alta precisión y tanto los vúmetros como los distintos testigos iluminados por leeds les dotan de una belleza intemporal, sin excesos, pero infundiendo una alta sensación de calidad y robustez a la vista, al tacto y, por supuesto, al oído.

Aunque la estética siempre es una cuestión de gustos, hay que agradecer que en estas máquinas haya primado, sobre todo lo demás, una construcción a prueba de bomba, casi como si de un tanque se tratara, con un peso importante, aproximadamente 24 kg., lo que aconseja buscarle un sitio adecuado y no moverla más… y un sonido de gran calidad, con unos graves muy profundos y los medios y agudos muy presentes y ausencia de coloración apreciable.

Los Otari MX5050, utilizan cintas de 1/4 de pulgada y se ofrecieron en 4 versiones:
•B II 2, 2 pistas y 2 canales.
•B II 4, 4 pistas y 2 canales
•BH F Pista completa en mono.
•BII 2E 2 pistas, 2 canales DIN.

Existe también una versión MX5050 MKIII 2, ligeramente superior y de aspecto estético prácticamente idéntico.

El modelo que hoy tratamos es la última pieza que he incorporado a mi colección y, como ya he comentado en otros artículos, su estado es impoluto. Cuando me lo ofreció el maestro Josep, no me podía creer que una máquina que sobrepasa los treinta y cinco años de edad pudiera estar en un estado tan próximo a la salida de fábrica. El modelo en cuestión es el más popular, el B II 2, de 2 pistas, aunque conmutable a 4 (solo reproducción) y dispone de dos velocidades: 7 1/2 y 15 ips. Hay que destacar una batería de controles que facilitan mucho su utilización. Por ejemplo: un conmutador que permite variar la ecualización de NAB a IEC, jugar con el nivel de salida LOW o HIGH o cambiar el tono con el REF FLUX. Su carácter purista y profesional viene delatado con las entradas y salidas exclusivamente balanceadas. En mi caso he utilizado unos adaptadores Neutrik para poder conectarlos al previo con un cable RCA. Dispone así mismo de una salida para auriculares, un “pitch control” que permite variar ligeramente la velocidad de la cinta, entradas balanceadas para micrófono separadas para cada canal, conexión para mando a distancia (opcional Otari CB102), contador de cinta digital y toma de tierra.

Con un simple destornillador de electrónica se puede acceder a multitud de ajustes finos, pero salvo que se tengan los conocimientos pertinentes, especialmente en la calibración y la alineación, no recomiendo andar “trasteando” por el aparato, ya que es probable que sea peor el remedio que la enfermedad.

Aprovechando la llegada de una espléndida caja de bobinas de la discográfica Horch House, en concreto, el álbum de Ella Fitzgerald´s “Sunshine of your love”, un directo grabado en 1968, versionando, entre otros, este famoso tema de los británicos Cream. Presentado en 2 bobinas en aluminio, 2 pistas a 15 ips., he podido disfrutar de lo lindo con esa voz tan elegante de Lady Ella y el sonido que ofrece el Otari. Comparándolo con mis otros dos magnetofones capaces de reproducir bobinas de 10.1/2 pulgadas, el Technics RS1500 y el Revox PR99 MKIII, tengo que reconocer que es el que más personalidad tiene, con unos graves muy marcados y poderosos (aunque se pueden ajustar con el “Ref flux”). La música se hace muy presente, dotándola de mucha vitalidad. Tal vez los otros dos sean más delicados con la reproducción de la música, más finos diría yo, pero el Otari, cuando se trata de dar un golpe sobre la mesa, musicalmente hablando, no hay duda de que el MX5050 es el auténtico jefe. Luego ya será cuestión de gustos y, por supuesto, de grabaciones.

Existe la posibilidad de realizar una mejora en nuestra unidad utilizando un kit de componentes que comercializa la norteamericana Bottlehead y cuyo precio ronda los 225 $.

Un punto a favor del Otari es la razonable facilidad para encontrar piezas de recambio en el caso de tener alguna avería, cosa poco probable si nuestro magnetofón está bien cuidado y en funcionamiento. Recordemos que, al igual que otras máquinas electro mecánicas, llevan peor la inactividad prolongada que el rutinario y correcto funcionamiento. En cuanto a precios… hace unos años se podían encontrar por unos mil euros, actualmente, y como sucede con otros reels, los precios se están disparando y será difícil hacernos con una unidad en buen estado por menos de 1.500-2.000 euros. Así y todo, el corpulento Otari MX5050 bien merece el esfuerzo y nos lo agradecerá con años de leal servicio, la belleza plástica de las bobinas girando mientras nos guiñan el ojo las manecillas de lo vúmetros y nos sacuden las vísceras los poderosos graves de esta hermosa bestia.

 


© G. Cañellas