Características de los Giant FS-100 y sus compañeros de baile, incluida la sala.

La sala donde se ubicaron es el salón principal de mi casa, con unas medidas ligeramente rectangulares y colocados en la parte ancha del mismo. Unos 30 m2. No es una sala tratada acústicamente de forma evidente pero sí que todos los elementos decorativos de la misma ayudan a mitigar las temidas reflexiones de las ondas, excepto por la mitad del flanco izquierdo. No disponer de sala dedicada necesita de comprensión por ambas partes cuando uno no vive solo...

La amplificación la da un integrado Bow Technologies Wazoo XL de 75 W a 8 Ohms y 150 W a 4 Ohms. La fuente principal es un giradiscos EMT 948 con cápsula Stanton D6800-EL.

Y ahora las cajas. Lo primero que me ayudó en la decisión y que a muchos les echaría para atrás es que los conos son de celulosa. Esta gente hace solamente 80 años que siguen la misma técnica de construcción de conos a base de una celulosa obtenida de la fibra de abetos centenarios. Es un tres vías con cinco transductores y dos puertos bass reflex. Uno de grandes dimensiones delante y otro mucho más discreto detrás. Según la ficha técnica entrega 300 W a 4 Ohms con una sensibilidad de 91 dB y una respuesta de frecuencia de 30-25.000 Hz. Sus 1230 mm de altura no lo hacen muy discreto sino más bien todo lo contrario. Aunque esto no importa, ya que los acabados son sencillamente brillantes.

Y empezamos con las audiciones. Sudor frío en la espalda. Los graves estaban literalmente desbocados y sin control. La saturación era la única nota clara que se apreciaba en la primera escucha. Vaya horror. De forma inmediata intenté hacer pruebas básicas para dominar ese enorme “mal genio” de las cajas. Observé que a volumen bajo el sonido era precioso pero que al subirlo ligeramente interactuaban los rebotes por toda la sala y la cosa se iba al traste. Muchas pruebas de todo tipo me marcaron el camino. Un cambio de cables de interconexión con el amplificador (por Dios lo que acabo de decir) y una alfombra más gruesa y amplia que la anterior domesticaron la fiera dejando solo la cara amable.

Empezamos la escucha con el inevitable “The Wall” de Pink Floyd. Me gusta valorar como el sistema va mejorando poco a poco con el tiempo de funcionamiento. Podría ahorrármelo dándole marcha y volver al cabo de una hora pero prefiero ir siguiendo la evolución. Desde los bajos ligeramente distorsionados y el sonido con pequeñas estridencias hasta que se va aposentando y lentamente la definición es cada vez más clara. Insisto, podría estar haciendo alguna otra cosa mientras tanto, pero me perdería estos instantes. Digamos, la flexibilidad de los conos y hasta donde podemos esperar una mejoría razonable.

Esta grabación tengo que borrarla definitivamente de mi lista, ya que estoy atrapado en el pasado. Años atrás Cayetano Castellano y Miguel Carvalho presentaron en Barcelona, en el Hotel 4Points, un sistema que jamas me dejará pensar en otra cosa. “The Happiest Days of Our Lives” me dejó marcado para siempre. En mi cabeza aún suena y sonará durante años.

Me voy con Sir Paul McCartney y su aclamado “Give my regards to Broad Street”. Con el tempo más tranquilo de este LP podríamos decir que las cajas trabajan todo el rato en su zona de confort. Entregando unos bajos suaves pero presentes al mismo tiempo. No secos. Ni con sensación de presión física, sino mucho más sutil. Aquí es donde se nota el uso del material del cono. O te gusta esta forma de entender el sonido o la odias. No hay termino medio, no hay grises.

Más cosas a valorar. Estoy convencido de que el amplificador utilizado puede ser insuficiente con estas cajas y necesitaría muy probablemente de una combinación de previo más etapas para poder tener una opinión más definitiva. Pero lo cierto, es que no lo he podido probar. Y aquí no estamos para inventarnos cosas. Decimos lo que hay y con lo que lo hemos probado. Sinceridad con el lector por norma.

Y para terminar del todo. Actualmente ya disponen de web en inglés y distribución en Italia como país más próximo.