La atracción de lo imperfecto
Con el paso de los años, y después de tantos análisis de todo tipo de aparatos de Alta Fidelidad, las posibilidades de sorprenderme con algo especial van mermando. Es por eso que la llegada de los auriculares HEDDphone suponen un verdadero punto de inflexión en ese sentido. Parece que, por fin, un pequeño fabricante es capaz de dar en el clavo aportando conceptos y soluciones bastante alejados de los que utiliza la gran mayoría. Y eso, evidentemente, despierta mi interés. Pero si, además, los resultados también son capaces de alcanzar prestaciones excepcionales, estamos ante un producto que vale la pena analizar a fondo para entender y apreciar en su justa dimensión. Confieso, por tanto, que he secuestrado por más tiempo del habitual estos originales auriculares berlineses, porque no ha sido fácil entenderlos en su verdadera dimensión.
Lo primero que hay que explicar es que la tecnología empleada se basa en un transductor electrodinámico llamado AMT (Air Motion Transformer). Para entenderlo rápido, imaginemos un tweeter de membrana con una geometría variable con forma de pliegues de acordeón y que es capaz de generar un sonido de rango completo (no solo los agudos). Parece que este invento permite mover el aire mucho más rápido y con mucha más precisión que los transductores más comunes. Por otro lado, los auriculares quedan fuera de la clasificación de abiertos o cerrados (yo prefiero siempre los primeros). Aparentemente, tal como se aprecia en las fotos, son de arquitectura abierta. Además, el sonido se escapa hacia el exterior mientras los estamos utilizando. Pero la sensación al ponérnoslos es que son cerrados en el sentido de que las orejas no respiran y el aire queda atrapado entre ellas y el transductor. Tanto es así que, si los movemos o presionamos contra las orejas para acomodarlos mejor, oiremos una serie de extraños crujidos provocados por la membrana al moverse. Todo ello es muy curioso y no hace más que aumentar la intriga acerca de su verdadero rendimiento. Evidentemente, durante su uso los crujidos desaparecen y el tema no pasa de pura anécdota.
Pero, como siempre, vayamos por partes. Lo primero que hay que valorar en unos auriculares es su comodidad. En nuestras manos se notan grandes y pesados. Pero una vez en uso, son más ergonómicos de lo que parecen y no presionan más de la cuenta. Eso sí, la sujeción es justa y, si miramos hacia abajo, por ejemplo, para leer en un smartphone, se mueven un poco como si se quisieran caer. Diría que están pensados para una escucha concentrada, sentados en un buen sillón con reposacabezas. Su elevado peso y tamaño tampoco los hace los más adecuados para su uso en verano, ya que, a pesar de que no molestan, su presencia se nota siempre muy evidente.
Dicho esto, los materiales son suaves y agradables al tacto. También parecen muy duraderos. Diría que, sin exhibir un gran glamour, se notan sólidos y de mucha calidad. Son muy alemanes. Por compararlos con un rival directo, estarían, en ese sentido, justo por encima de unos Hifiman HE-1000.
Detalle de la membrana
Empiezo la evaluación asociándolos a mi indestructible y también alemán Lehmann Audio Rhinelander. Hace poco que Chick Corea nos dejó y vale la pena revisitar su colaboración con Steve Gadd en “Chinese Butterfly”. De entrada, me veo obligado a girar el potenciómetro del Lehmann hasta la mitad de su recorrido para obtener la adecuada dinámica. Lo primero que me llama la atención es la total ausencia de coloración. Nada que ver con marcas como Grado o Audeze que imprimen su particular y reconocible huella sonora. Los HEDDphone son neutros. El jazz-fussion de Corea se expresa con fuerza y expandiendo sin límites el espectro de frecuencias. Los HEDDphone son capaces de reproducir sin aparente esfuerzo las frecuencias más graves y detallarnos con total transparencia los agudos. La zona media se muestra impecable, como lo demuestra la adecuada presencia del piano. Está todo tan en su sitio que casi podríamos decir que el sonido es demasiado limpio, demasiado aséptico… ¿Demasiado perfecto?
Acabados de máxima calidad.
Durante unos días sigo con música de instrumentos acústicos y voces humanas y, a la perfección comentada anteriormente, cabe añadir un fiel reposición de los timbres naturales. La escena es muy correcta y no hay nada que objetar en ningún sentido. Pero no alcanzo el nivel de placer melómano que me ofrece una escucha con unos buenos altavoces en una sala.
Puede observarse los pliegues de la membrana
Pero, poco a poco, voy conociendo a los HEDDphone y empiezo a sospechar algo. Por eso, espero la llegada de una flamante unidad de iFi Pro iDSD DAC. Este último aparato nos proporciona dos cosas: un nivel de detalle insuperable y una sección de amplificación de auriculares de altísimas prestaciones.
Conecto los HEDDphone con el cable suministrado (de bastante longitud y excelente calidad), reproduzco en flac el disco flamenco de Daniel García Trío “Travesuras” y empiezo a entenderlo todo. Los HEDDphone son muy, muy exigentes. Tanto en potencia como en resolución de detalle. La escena pasa de correcta a profunda y holográfica. La dinámica pasa de adecuada a apabullante. El timbre pasa de fiel a insuperablemente real. La emoción del flamenco-jazz de García se expresa ahora en toda su dimensión. Nada que envidiar a una audición de unas buenas columnas High End.
Pero, lo más importante es que todo eso, los HEDDphone lo hacen sin perder la compostura, sin enfatizar unas frecuencias más que otras y sin desviarse nunca de lo que nos ofrece la grabación original. Como he mencionado antes, su comportamiento podría acercarse bastante a unos Hifiman HE-1000, sin bien estos últimos, al ser más abiertos, son más aireados. Por otro lado y, a falta de un cara a cara más riguroso, los HEDDphone, diría que superan, por ejemplo, a unos Sennheiser HD800S por su mayor solvencia con todo tipo de frecuencias. Los berlineses parecen que siempre van muy sobrados. Y es que, estoy entendiendo algo que hasta ahora se me había pasado por alto. Estos auriculares quieren contentar tanto a los clientes que le darán un uso profesional en estudios de grabación, como a los melómanos que buscan maximizar el placer de una audición crepuscular y tranquila. Pero sin descuidar a los audiófilos más compulsivos y recalcitrantes que constantemente están evaluando las prestaciones de sus equipos esperando localizar debilidades que no existen: con los HEDDphone lo van a tener difícil…
Los HEDDphone son unos auriculares sólidos, grandes, muy bien construidos y aceptablemente cómodos (2-3 horas) que necesitan una fuente y una amplificación de la mayor calidad que su usuario pueda pagar. Si se asocian correctamente, ofrecerán un rendimiento sin absolutamente ninguna limitación. En ese sentido, si lo que buscamos es estrictamente un buen sonido y no otras cosas, los HEDDphone son verdaderamente un final del camino.
Web Distribuidor | HiFi Mansion |
Precio | 1649 € aprox. |
Hoja Técnica | Pulsar |
Manual de usuario | ----- |
Amazon | ----- |
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