La sala como ecualizador

Como la vida misma

Juan Pablo Montero
Juan Pablo Montero

La sala como ecualizador


En páginas anteriores veíamos cómo cada sala produce unas resonancias propias fundamentales, y otras múltiplos de estas (armónicos), y cómo estas resonancias alteran la intensidad de sonido según el lugar de la sala desde donde escuchemos y también según el lugar donde coloquemos las pantallas.


Llegados a este punto parecía lógico poder contar con una herramienta que nos permitiese:

  • Conocer la presión relativa de todas y cada una de las estacionarias en cualquier punto de la sala (punto de escucha), considerando el nivel de excitación que las pantallas producen según los lugares donde se sitúen; dicho de otra forma: Saber el nivel de presión que existe en el lugar del oyente para todas las estacionarias y poder visualizarlo comparativamente a través de "indicadores" que tienen un aspecto de "ecualizador gráfico", para mejor comprensión.
  • Poder desplazar la posición de las pantallas y el punto de escucha de forma que los indicadores muestren las variaciones de presión para cada estacionaria, lo que nos permite buscar los lugares más adecuados para obtener un mejor equilibrio.

Estos dos requerimientos dieron lugar a "La sala como ecualizador".



La sala como ecualizador

Visión del programa general





La sala como ecualizador

Huella Acústica


"La sala como ecualizador" (Instrucciones de uso)


  • Partimos de haber bajado el software "Huella acústica / Sala como ecualizador (solo PC)" y procesado el archivo huella-eq.exe
  • Click sobre "Configurar". Introducir los datos correspondientes a la sala (es conveniente que las longitudes tengan la precisión de 1 cm) y hacer click en "OK".
  • Click en "Iniciar" - La sala como ecualizador. Aparecerá la ventana que vemos más abajo, donde tenemos la planta de la sala y una vista lateral.
  • Haciendo click sobre cualquiera de los tres elementos: Oyente, Altavoz izquierdo o Altavoz derecho, obtendremos la distancia, en metros, desde ese elemento a la pared "Frontal", a la pared "Izqda." y al "Suelo", así como la media de la "Presión (0-1)" total en ese punto. El marco de la vista "activa" de la sala se resalta en color morado.
  • Es posible mover el oyente o las pantallas con el ratón (Click botón izq. sin soltar) y tendremos siempre la información en cada punto reflejada en los indicadores del "ecualizador". Estos indicadores siguen la posición de los elementos pero no al revés, por lo tanto no es posible mover un indicador para que se muevan los elementos.
  • Los indicadores corresponden a los modos axiales y a los tangenciales que están más próximos que el 5% de la frecuencia. Se muestran indicadores hasta la máxima frecuencia que puede generar estacionarias en cada sala (mientras que en la "Huella acústica" se ofrecen hasta los 300 Hz).
  • También podemos mover oyente y pantallas haciendo click sobre las flechas rojas, con cada click el objeto se desplaza un centímetro en la dirección indicada (teniendo en cuenta la vista donde se ha seleccionado el objeto) o a través de las teclas de flecha del teclado, donde cada pulsación también supone un centímetro.
  • Al detener el puntero del ratón sobre cualquiera de los indicadores obtendremos durante 5 segundos la información relativa a esa resonancia en particular: 'Nombre' y frecuencia, que también aparece en la base del indicador.

Es importante recordar que los indicadores muestran la presión en el punto del oyente para esa frecuencia, lo que supone la alteración de intensidad producida por la sala en ese punto: La "huella acústica" que imprime la sala en el punto de escucha teniendo en cuenta su situación y la de las pantallas.



La sala como ecualizador

La sala como un ecualizador


Cómo interpretar los resultados


Si bien hemos expuesto la teoría relativa a los modos o resonancias estacionarias en un orden que resulta más didáctico, debemos indicar ahora el orden más coherente desde el punto de vista práctico:

  1. Es conveniente comenzar por introducir las medidas de la sala y entrar en "La sala como ecualizador" y situar las pantallas a "su altura", que será la real que haya desde el centro del cono de graves al suelo, y el icono del oyente a la suya, que será la distancia real que haya desde su oído al suelo, sentado en el sillón habitual.
  2. Después, seleccionar el oyente en la planta y deslizarlo con los cursores hacia adelante y hacia atrás observando la evolución del primer indicador de la izquierda, que corresponde a la resonancia de frecuencia más baja. Para mover los elementos al buscar una posición, es conveniente seleccionarlo en la planta para no alterar las alturas, que suelen ser las que presentan mayor problema para modificar en la vida real (altura fija en las columnas y altura fija del sillón). Habríamos podido dejar fijas estas dos medidas pero, en ese caso, habríamos perdido el margen de maniobra que nos permite comprobar que los monitores son menos complicados de situar que las columnas, debido a la posibilidad de alterar la altura. También puede ser muy adecuado subir o bajar ligeramente el punto de escucha, al menos para realizar las "escuchas críticas" para la mejor puesta a punto.A la vez que varía la presión de esa primera estacionaria variarán también las presiones de otras estacionarias, de forma que los indicadores siempre nos mostrarán la distribución actualizada.
  3. Dejar al oyente en cualquier punto "lógico" y mover las pantallas hacia adelante y hacia atrás para observar cómo ese indicador también se mueve cuando cambiamos las pantallas de lugar.
  4. El objetivo final es situar las pantallas y el oyente en los puntos más convenientes para nosotros, de forma que todos los indicadores estén lo más equilibrados posible; para ello que conviene analizar, con la ayuda de la "Huella acústica", la distribución de presiones de las estacionarias que estén próximas entre sí.
    Otro criterio que debemos observar es la imagen estéreo, para lo cual la distancia desde el oyente al centro de la línea que une las pantallas (altura del triángulo) dividida por la distancia que separa ambas pantallas (base del triángulo) nos debe dar un cociente entre 0.9 y 1,3, aproximadamente.
  5. Si consideramos que hemos encontrado una buena colocación, la haremos efectiva situando las pantallas reales y el punto de escucha, para someter esa posición a una escucha real.
  6. También es posible verificar los resultados obtenidos en "La sala como ecualizador" a través de la creación en CD de la "Huella acústica" y su posterior reproducción a través del equipo. Esta reproducción puede ser medida con un sonómetro situado en el punto de escucha o grabada para someterla a un análisis de espectro y comparar con la curva que muestran los indicadores del "ecualizador".


El máximo de presión acústica en todas las frecuencias se consigue excitando las estacionarias al máximo, lo cual sucede cuando situamos los altavoces en dos rincones y el oyente en uno de los rincones opuestos en altura; las estacionarias tangenciales producen 3 dB's menos que las axiales.


Conviene observar que hay salas que producen resonancias cuya frecuencia está por debajo del margen útil de reproducción de algunas pantallas y que estas resonancias pueden ser aprovechadas para extender el rango audible a pesar de esa limitación.


Otra de las aplicaciones más inmediatas consiste en localizar la frecuencia de alguna resonancia molesta, a través de su identificación mediante la reproducción del CD, y analizar esa resonancia mediante el software que venimos de explicar y cuyos conceptos ha hecho reales, visibles y manejables Vicente González Monsonis de forma tan... increíble.


Nota del editor: Actualmente este programa puede dar problemas de compatibilidad o no llegar a ejecutarse de forma correcta.

Amigos Hi Fi no se hace en modo alguno responsable de las opiniones expresadas por sus autores. 23 de abril de 2003


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