José Félix Fernández, Assai Audio

El marzo del 1997 abres físicamente la tienda en Madrid y Assai Audio ve la luz. Pero antes, ¿cuál había sido tu periplo vital para llevarte hasta aquí y no enfocarte en otro sector?
En mi vida relacionada con la reproducción musical, ya de jovencito, unos 12 años, con un casete Telefunken hacía grabaciones de otros casetes y del televisor, haciendo pruebas para intentar conseguir que se registraran lo mejor posible. Tenía a mis padres “locos”. Después compré un equipo por componentes de la marca Sanyo con unos altavoces JBL, con todo lo que pude ir ahorrando.

A los 16-17 años me dio por las “mezclas” con dos giradiscos Technnics SL 1200, una mesa Ecler y demás “aditamentos”. Un poquito más adelante tuve una incursión en la mezcla discotequera en Santander. Ese periplo duró muy poco; el “ambiente” que se movía a esas altas horas de la madrugada, no era para mí y decidí abandonar.

Con unos 19 años conocí a Francisco de Lyric Audio, y ahí comencé a interesarme por lo que ahora se llama Hi-end. Iba mucho por su casa, y hacíamos un gran número de escuchas y pruebas. Por mi casa (la de mis padres), pasaron muchos componentes, unos comprados y otros prestados.

Un poco más adelante hice unos cursos de grabación, mezcla y masterización digital en estudio, durante dos años. Al finalizarlos estuve trabajando en dos estudios de grabación, pero finalmente decidí que ese trabajo tampoco era para mí. En ese tiempo conocí a Miguel Ángel Barcos y su inseparable Lucho Alonso de los cuales siempre guardaré un gran recuerdo. En numerosas ocasiones, fui con ellos a grabar al Auditorio Nacional y a varias iglesias. Me enseñaron a disfrutar de la música mientras el director de la orquesta hacía casi toda la mezcla por nosotros, vamos a “meter mano” lo justo e indispensable y saber dónde.

A continuación con el apoyo de la que ahora es mi mujer, sus padres y Francisco de Lyric Audio, en Marzo de 1997 abrí la primera tienda en Madrid. A finales de 1999 cambié a la ubicación actual en la calle Larra, 11 de Madrid, acaeciendo numerosos cambios progresivos hasta crear el Assai Audio actual, siendo un referente en Madrid y estando agradecido y orgulloso de los clientes que me han visitado durante estos años.

José Félix Fernández

Errores de juventud, todos hemos cometido a montones. Peinamos canas (y algunos ni eso) y lo miramos todo desde la perspectiva. Venga, anímate y habla de alguno de ellos.
Errores varios pero ninguno importante; alguna marca que no se debió vender, algún acuerdo que se debió iniciar en su momento y no se hizo, algún malentendido con algún cliente,… en fin poca cosa. Afortunadamente ha habido muchos más aciertos que errores.

Desde hace años, los nombres de los componentes son una lista de letras y números que van después del nombre de la marca que se hace casi imposible de recordar para un usuario de a pie. ¿Los profesionales os acordáis de todos?
Así es, como bien dices en algunos casos una locura. Hace unos años me sabía todas las referencias de las marcas con las que trabajaba y sus precios, además de casi todas sus características y en muchos casos sus dimensiones y pesos. Ahora mismo no me sé casi ninguno de esos datos, pero sí sé los que en mi opinión, transmiten más emociones y los que menos. Algo habrá ocurrido en mi cerebro para que se provocara ese cambio en estos últimos años, espero que para bien… jajajaja…

Cuando empezaste, en España había alguna revista (por no decir una) y para de contar. ¿Era más fácil o difícil llegar al común de los aficionados en comparación a la situación actual, donde existen infinidad de lugares donde informarse (o desinformarse)?
Pienso que ahora es bastante más sencillo leer todo tipo de cosas que antes. También en mi opinión, ahora es más sencillo que nos manipulen porque en muchas de las ocasiones no sabemos quién es realmente la persona, o personas, que han escrito el texto al que muy fácilmente y gratuitamente llegamos a través de un foro o texto colgado en la red, y sus verdaderas intenciones. Como anécdota, un cliente me comentaba lo sencillo que es ahora manipular a las personas desde foros y grupos de internet. En su empresa tiene a algo más de 40 empleados generando corrientes de opinión en grupos y foros con distintos nicks, a favor de su empresa y en contra de la competencia con muy buenos resultados.

Creo que ahora si no se tiene un especial cuidado y un cierto conocimiento, es más sencillo desinformarse, ya que al estar escrito y leerlo en distintos sitios de la red, tendemos a creer que es verdad lo que leemos aunque no tengamos la certeza de quien es la persona que lo ha escrito ni sus intenciones. Antes la información era más limitada pero todos poníamos cara, manos y boca a la forma de escribir, sabiendo perfectamente leer entre líneas. En cierto modo, por lo menos a mí, me asusta la capacidad de manipulación que es posible en estos momentos.

Tipología de clientes. Generalizar es errar pero debido al exceso de información actual, ¿la solicitud de ayuda es más habitual hoy en día que años atrás?
Ahora mismo la solicitud de información es menor que antes, ya se sabe cómo somos los humanos: creemos que por haber leído unas cuantas cosas en internet sabemos más que las personas que lleva años en el negocio y han realizado centenares (en algunos casos miles) de pruebas, o que las personas que durante años de estudios y pruebas sacan al mercado un producto, siendo algunas de ellas satisfactorias y habiendo errado en otras muchas.

Detrás de una tienda seria, hay mucho trabajo que no se ve fácilmente de puertas para afuera.

Revisando tu web he visto que has realizado muchas instalaciones domésticas con lo que ello supone. Tus clientes ¿son conscientes del grado de dificultad que ello conlleva y la de parámetros a tener en cuenta para que una instalación funcione de forma satisfactoria?
Afortunadamente he realizado tantas instalaciones que muchas de ellas ya no recuerdo. Veintitrés años y medio que llevo con la tienda abierta, dan para realizar muchas instalaciones.

Algunos clientes sí que se dan cuenta de las horas de trabajo, de puertas para adentro, que lleva la configuración correcta de un equipo y te dan las gracias por ello, cosa que a mí que soy bastante tímido e introvertido me da cierto sonrojo, pero agradezco. También hay otras personas que no valoran el trabajo y la inversión que hay detrás de un negocio y creen que somos simples tenderos. La verdad es que respeto a todo el mundo.

Cuando iniciaste tu camino, el mundo digital prácticamente era solamente el CD. Actualmente existen tantos dispositivos que manejan de un modo u otro el ámbito digital que nos perdemos en el camino a la hora de explicarlo a los neófitos del tema. Y los profesionales en atención al cliente…
Yo la verdad es que no soy, para nada, una eminencia en la configuración de un sistema digital en red, pero sé perfectamente si está sonando bien o no. He vendido algunos servidores de alta calidad y el cliente, con su uso diario ha sabido sacarle más provecho que yo, en cuanto a posibilidades de configuración y descarga de archivos. En esto entono el mea culpa y entiendo que en el aspecto de la configuración y descarga de música en red debo mejorar.

Te planteo una locura mía que no sé si es realidad o existe de verdad. Con la entrada de los home-cinema en escena, el ideal de sonido cambió. El público empezó a buscar el sonido espectacular y falso de las películas en la música. Creándose dos vertientes del sonido a máximo nivel que intentando sintetizar voy a definirlos como Alta Fidelidad Clásica y Alta Fidelidad Mejorada. ¿Pido hora al doctor o crees que existe algo de ello?
No es para nada una locura o una ensoñación tuya, esta realidad existe. Hay personas que se hacen una idea de la música que no es real, yo les suelo decir: id a un auditorio de música clásica y escuchad, veréis como el timbal no os tira de la butaca, el violín no os perfora los oídos, el piano no mide 14 metros o el contrabajo no hace temblar los cimientos del auditorio. La música al natural sin amplificar suena normal, no hay graves ni agudos (tampoco hay graves “subterráneos” como dicen algunos) simplemente hay música que genera intensas emociones. Como dice un amigo director de orquesta durante 40 años (todavía sigue en ejercicio): “ La mayor parte de los equipos de música no suenan reales, suenan más o menos bonitos o espectaculares pero no reales, yo no me los creo. A casi todos les falta la inmediatez y la dinámica, dos conceptos que nada tienen que ver con la presión sonora. Estas dos nociones nos hacen distinguir perfectamente la realidad del directo a la de una reproducción no afortunada en la mayoría de los casos”.

De todas formas a algunas personas es muy difícil hacerles, ya no transfigurar la opinión que tienen, sino admitir otras opiniones externas, porque tratan a los equipos como si fuesen un miembro más de la familia, y ya se sabe un “hijo no puede ser malo”, o que “la exposición reiterada a un estímulo no solo crea atracción sino preferencia”.

La globalización está igualando el concepto del sonido musical, eliminando las características propias que durante años nos habían servido de guía como sonido inglés, alemán, americano, etc.
Creo que como tal nunca hubo un tipo de sonido inglés, alemán ..., opino que más bien era un buen argumento de marketing y venta. Durante años he escuchado música reproducida a través de aparatos con distinto país de manufactura, de la que era imposible saber (por sonido) su país de fabricación. A parte de todo esto, si un amplificador, cajas, … tiene un “sonido inglés, americano,…” sería un equipo a mirar con reservas en alta gama, por lo menos para mí, ya que no cumple con lo que se pretende a ese nivel, que es el no aportar ni hurtar nada a lo que contiene el disco que queremos escuchar.

Planes de futuro…
La verdad es que nunca me he puesto objetivos concretos en lo profesional o personal. A futuro me veo como ahora, escuchando, escuchando y escuchando, para recomendar lo que considero que de un modo más fiel reproduce la música que tanto nos gusta y con la que tanto disfrutamos.

El último disco antiguo que hayas recuperado o conocido ahora…

El último disco que he recuperado es Chess de Tim Rice, hacía muchos años que no lo escuchaba y me sorprendió muy gratamente.

Muchas gracias por tu tiempo para nuestros lectores y seguiremos con las charlas telefónicas, como siempre.

Gracias a ti por dedicar, de forma altruista, tu tiempo a la difusión y mejor comprensión de esta bella afición común.