La definitiva apuesta por el High End, sin abandonar las líneas de negocio que tanto bien hicieron a Supersonido.
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Pocos establecimientos especializados situados en la cúspide del High End hay en nuestro país que se hayan trabajado tan a fondo su merecida posición en estos ultracompetitivos tiempos que corren como Supersonido.
Partiendo de un establecimiento dedicado a la venta de electrodomésticos situado en la periferia de Bilbao, la familia Rubio – con la segunda generación, formada por tres hermanos, en primera línea de combate - supo, a base de tesón, de conocimiento, de descubrir lo mejor de la oferta mundial – en suma, de seguir la vía de la excelencia- ir conformando una personalidad que con el tiempo lo convirtió en todo un referente a nivel nacional y en “el” referente en el País Vasco.
Y es que si un mérito “comercial” se le debe reconocer a la familia Rubio no es otro que su capacidad para volver a poner en el mapa del High End una zona que por motivos varios había estado literalmente fuera de juego durante largos años.
A partir de ahí, los acontecimientos se aceleraron con la apertura de otro establecimiento y, sobre todo, con lo que parecía imposible unos años antes: la definitiva apuesta por el High End, sin abandonar las líneas de negocio que tanto bien hicieron a Supersonido.
Un giro de 180 grados
El planteamiento se modificó para adaptarse a la nueva apuesta de la casa: se construyeron nuevas salas de audición adaptadas a las exigencias de nuevos productos y clientes, se realizaron presentaciones publicas de muy alto nivel, optimizados en colaboración con algunos de los más prestigiosos del país. Supersonido se situó definitivamente en la “primera velocidad” de la Alta Fidelidad y el Cine en Casa, hasta el punto de conseguir que la pasión por la reproducción audiovisual de nivel volviese a arrancar en una de las zonas mas ricas y cultas de la península.
Evidentemente, fue necesario mucho más que la simple exhibición y demostración de productos punteros: no en vano están las autovías y autopistas para suplir carencias relacionadas con ello.
Y es que el factor humano era precisamente el más preciado capital con el que contaba Supersonido: un trato franco y decidido, impregnado de entusiasmo, que animaba a muchos aficionados que desconocían por completo el High End a “dejarse llevar”.
Y así se configuraron sistemas imponentes compuestos por algunos de los nombres mas significativo del A/V mundial: Krell, NAD, Sonus Faber, Yamaha, Transparent Audio, Dreamvision, Onkyo, MartinLogan, B & W, Denon, Rotel, Primare, Classé y un largo etcétera.
El establecimiento vasco se ha consolidado, sus instalaciones han sido actualizadas por completo, su equipo de colaboradores se ha profesionalizado al máximo, sus clientes se han fidelizado hasta el punto de dejarse.
Asesorar para actualizar su equipo y su oferta se ha especializado. Se ha producido el salto definitivo a ese selecto pelotón de cabeza, que le ha permitido hacerse con el Galardón de On Off al mejor comercio especializado en la categoría Sonido.
Pero no acaba aquí. Supersonido sigue creciendo y trabajando. En 2015 da un salto más e inaugura su primera tienda en Barcelona en el mes de junio. Una apuesta importante que le abre nuevos horizontes, mercados y expectativas. Un motivo más por el que seguir trabajando con un primordial objetivo que no es otro que el de asesorar y satisfacer al cliente con un trato único y personalizado, así como una oferta de calidad.
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