Canto de sirenas
SINFONÍA No6 "PATETICA"
en si menor, Op. 74 de Piotr Ilich Tchaikovsky
Tchaikovsky nace el 7 de mayo de 1840 en Votkinsk (Rusia). Perdió a su madre a los 14 años dejando en él una profunda huella, siendo una de las causas que pueden explicar su carácter depresivo y pesimista, carácter que tanto habría de influir en la forma y el tono de sus mejores composiciones.
“Nunca estoy lejos del piano, me alegra cuando estoy triste” Oficial en el Ministerio de Justicia entre 1854 y 1863, año en el que lo abandona para dedicarse plenamente a la composición, recibiendo lecciones de Nikolai Rubinstein.
Se gradúa en el Conservatorio de San Petersburgo con una cantata basada en la Oda a la alegría de Schiller y es premiado con la medalla de plata en 1865.
Profesor en el Conservatorio de Moscú y crítico musical en “La Crónica contemporánea” y corresponsal en “La Gaceta Rusa”.
En 1868 debuta como director de orquesta en el Teatro Bolshoi de Moscú.
En 1877 contrae repentino matrimonio con una de sus alumnas del conservatorio, Antonina Miliukova, acallando los comentarios cada vez más extendidos de su homosexualidad. Intento de suicidio.
En 1878 rechaza ser delegado musical en la Exposición Universal de Paris. Empieza una relación con su mecenas, la baronesa Nadezda von Merck. Nunca llegaron a verse en persona, imposición puesta por la baronesa como condición a su mecenazgo.
En 1891 gira de conciertos por Estados Unidos.
El 6 de noviembre de 1893, a los 53 años, muere en San Petersburgo como consecuencia de una epidemia de cólera, aunque algunas fuentes barajan la hipótesis de suicidio. Inducido por un tribunal de honor ante un presunto escándalo motivado por su tendencia sexual y en el que se veía involucrado un miembro de la familia imperial. Investigaciones posteriores demuestran que todo lo del tribunal y el suicidio forma parte de una leyenda que fue tomando fuerza con el paso de los años.
Para Tchaikovsky, el arte es una necesidad humana, la cual debe nacer y brotar con total libertad respondiendo directamente a las inclinaciones íntimas y personales del sujeto, sin propósito de complacer a nadie. Persona sincera, inteligente, modesta y candorosa. Siempre se ha destacado su perfil abatido y melancólico, pero no sabemos hasta qué punto se trataba de un proceso autocompasivo y derrotista. Depresivo,taciturno y sentimentalmente enfermizo, nunca trabajaba de noche, sintiendo que su alma se vaciaba y entristecía, hasta que a la edad de treinta años declaró sentirse consumido por la vida. Tratable y cordial, en su interior estaba condenado al extrañamiento entre los mortales, admitía la existencia de un abismo entre él y los demás, abismo que él mismo alimentaba y que le hacía la existencia todavía más áspera. Dotado de una extraordinaria sensibilidad y delicadeza expresada a través de sus composiciones. El egocentrismo y su imbricada y compleja trama vital se veían traducidos a notas en un pentagrama.
SINFONÍA No6 "PATÉTICA"
Guennadi Rojdestvenski, Sinfónica de la Radio de la URSS, 1973, Melodia, 45’49”
“En esta sinfonía he puesto la vida”
PATÉTICA: Dícese de lo que es capaz de mover y agitar el ánimo infundiéndole afectos vehementes, y con particularidad dolor, tristeza o melancolía. (Diccionario de la RAE)
El título de Patética fue sugerido por el hermano de Tchaikovsky, Modest, y aceptado por el autor, aunque al final Tchaikovsky suplicó a su editor Jurgenson para que lo eliminara, pero no lo consiguió. Escrita en 1893, durante el último año de vida del compositor que moriría pocos días después de su estreno y dedicada a su sobrino Vladimir Davidov, por quien sentía un gran afecto, refleja sus “más íntimos sentimientos”.
“Creo que mi Sexta Sinfonía es la mejor y, sobre todo, la más honesta de cuantas he compuesto”.
Es una Sinfonía programática “con un programa que fuese un enigma para todo el mundo”. Los torpes intentos de adivinar el contenido de este programa, unido al hecho de su accidental muerte después del estreno de la obra, dieron pie a una numerosa serie de leyendas que veían en la Sinfonía desde una premonición de la muerte hasta un símbolo del suicidio, o incluso, un réquiem.
Es innegable que la Sinfonía está más relacionada con la vida que con la muerte. Las cartas de Tchaikovsky revelan su interés por escribir una sinfonía cuyo tema principal fuera la vida:
“El ser último de la Sinfonía es LA VIDA. Primera parte: todo pasión,
confianza, sed de actividad.
La segunda parte es el amor. La tercera, el desengaño. La cuarta
acaba en morendo (también breve)”
“Vida I. Juventud II. ¡Obstáculo! ¡Adelante! ¡Adelante!” Así lo escribía Tchaikovsky.
Y así lo escriben los críticos y
especialistas:
El peso de la obra recae sobre los dos
movimientos extremos y entre ellos
vienen dos secciones más ligeras a
modo de distracción o escape de la
tragedia.
Primer movimiento: Condición
melancólica y pesimista del tema
principal en un momento donde el autor
parece renunciar a la lucha y resignarse
ante su destino.
Está estructurado en:
Tema A, tema del
abismo, basado en un cantar ruso
ortodoxo, (réquiem ortodoxo) titulado "Memoria eterna". Después viene
una transición al tema B. Estos duran unos cuatro minutos.
Tema B, melódico y amoroso, viene a durar unos cinco minutos.
Después desarrollo tema A, reaparición del tema A y B y coda final.
Tanto en este primer movimiento como en el último se van a producir
largos silencios que contienen una carga oscura, dando ese dramatismo
a la obra. "Nada es cierto excepto aquello que no se dice ".
Segundo movimiento: Tiene un sentimiento de vals falseado en compás de 5/4 en vez de 3/4 típico del vals. Alegría mezclada y melancolía semi-indiferente, es la desesperación total en la parte central, muy triste; muy ruso.
Tercer movimiento: Carácter general animado, pareciendo resurgir en el espíritu de lucha y la ilusión por la vida. Una marcha cum scherzo alborotada y ominosa.
Cuarto movimiento: Un inmenso y profundo lamento, fuertemente emocionado. En él expresa el autor su pena, desaliento y en cierto modo una total resignación ante algo que considera superior a sus fuerzas y contra lo que se siente incapaz de luchar. Un agónico respirar terminando en los últimos latidos representados por los contrabajos. "El resto es silencio" que diría Hamlet.
He elegido esta versión en vinilo de entre todas, porque es la que más me gusta y me parece la mejor, con un sonido estupendo y una cuerda que suena espectacular, con unas gradaciones dinámicas increíbles que te dejan petrificado en el sillón de escucha; unos silencios escalofriantes y unos tempos fantásticos.
Esta obra emociona cada vez que se escucha, los dos primeros movimientos tienen alguna parte que te va llevando emocionalmente al cuarto y último, en el que las emociones se desbordan irremediablemente.
Si se tiene oportunidad de escucharla en directo, en una buena interpretación, se hace palpable toda las gamas dinámicas que puede hacer una orquesta. Es alucinante el poder de la sección de cuerda. Cómo explota todo en los tutti orquestales con la sección de vientos a tope y la percusión detrás. Grandioso es el paso del tercer al cuarto movimiento, pasando del estruendo absoluto del final del tercero a la suavidad y delicadeza de la cuerda en el comienzo del cuarto. Una profesora mía de homeopatía nos definía un remedio homeopático como "Nostalgia del paraíso perdido". Siempre me pareció la frase que definiría perfectamente esta Sinfonía.
Otras versiones alternativas a la anterior y de calidad similar serían
estas:
M. Pletnev, Orquesta Nacional Rusa, 1991, Virgin classics
E. Mravinsky, Filarmonia Leningrado, 1960, D.G.
Canal Telegram o Canal WhatsApp. No te pierdas ninguna novedad de la revista.